Víctor Hugo se subió a una mesa Luis XV y aseguró que «hay décadas en las que no sucede nada y hay semanas en las que suceden décadas». Pues eso es lo que ha pasado esta semana en lo referente a las noticias internacionales. Les puedo asegurar que hace apenas un mes, nadie hubiera imaginado lo que hemos vivido esta semana que termina. La vieja Europa se queda sola. Europa desde que finalizara la Segunda Guerra Mundial, amparada en la certeza de que su seguridad frente a cualquier invasión o agresión iba a estar defendida por EEUU, la gran potencia del mundo, había diferido su responsabilidad de defensa en ellos. Gracias a esto, Europa se reconstruyó y se convirtió en el adalid de la democracia, los derechos humanos y la sociedad del bienestar. El presupuesto de defensa se destinó, durante décadas, para mejorar educación, servicios sociales, derechos de los trabajadores… de tal manera que se convirtió en ese paraíso dorado y soñado por el mundo de su derredor, transformándose en el obscuro objeto del deseo y en la tierra prometida. Todos quieren venir a Europa. Pero mientras esto sucedía el mundo cambiaba. Se reorganizaban las potencias y la emergente China se ha consolidado como la primera potencia económica del planeta, le pese a quien le pese. EEUU herido económicamente y harto de sangrías defensoras, del hasta ahora conocido como «mundo libre», hace ya un tiempo se repliega a sus cuarteles de invierno, para pensar solo en ellos y sus beneficios. Y si esto no se veía venir, Trump lo ha dicho alto y claro: ¡basta! será Europa quien resuelva sus problemas, nosotros no.

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Este ojo observa los acontecimientos de la semana. Ponen a Europa a los pies de los caballos de un rearme inmediato, con lo que implica derivar grandes cantidades de dinero para ello. No puedo por menos que hacer un repaso de la historia del S.XX y todo me lleva a releer la época de La Paz Armada.

¿Qué fue La Paz Armada? Fue el período de paz aparente, que comenzó desde finales de la Guerra Franco-Prusiana y terminó con el inició de la Primera Guerra Mundial. Estuvo caracterizado por una feroz carrera armamentista entre potencias europeas y por la creación de alianzas entre naciones aliadas.

Ante estos acontecimientos estoy expectante, ¿qué pasará mañana en las elecciones alemanas? Alemania, la gran locomotora europea, está tocada económicamente y a mi juicio no tiene plan B, con lo que eso implica para todos los europeos. Los alemanes han perdido competitividad, porque ahora tienen en frente al monstruo chino; se enfrentan a un comercio mundial que ya no tiene reglas de juego y por último han perdido la energía barata que venía de Rusia para producir. No puedo por menos que poner muy en duda la estrategia que ha tenido Europa frente a Rusia. Creo que hemos olvidado qué territorios componen el Continente Europeo. Pero esto… se lo contaré en el próximo artículo.

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