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CON OJO DE MUJER

Encarna Pérez, una mujer

Sobrellevar una enfermedad y sus tratamientos con el trabajo, nos reveló a una mujer tremendamente valiente

Sábado, 29 de julio 2023, 05:30

A las puertas del mes vacacional por excelencia y de que España se diluya en las múltiples playas del País, la vida nos da un baño de realidad recordándonos lo efímeros que somos y que, en lo que se refiere a la existencia, nada impide nuestra partida. Conocí a Encarna Pérez nada más asumir el cargo de Subdelegada del Gobierno en Salamanca. Coincidimos en su primer acto público después de su nombramiento y reconozco la alegría que me causó ver que una mujer como ella, accedía por primera vez a la gestión de la Subdelegación del Gobierno en nuestra ciudad. Preparada y formada con una indiscutible y auténtica vocación social, Encarna era un ejemplo.

Si hay algo que nos une a las personas es una enfermedad, no por nada en especial, sino porque se genera un lenguaje casi universal por encima de ideas o filosofías. Hablar con ella era una delicia, con ese sentido optimista y luchador que siempre la caracterizó convirtiéndose en un ejemplo de vida, lucha y actitud ante la existencia y la política.

Para este ojo que observa, aun siendo consciente de la limitación en el tiempo de determinadas enfermedades, su partida ha sido muy sentida aunque a la vez agradezco haber conocido y compartido conversaciones y espacio con una mujer bandera, de la que tomar nota.

Creo que en un momento social como el que nos está tocando vivir, ejemplos como el suyo deberían cundir. Quienes nos recuerdan que el respeto, la educación y el dialogo son lo que verdaderamente nos une y lo ponen en práctica, nos dan la clave para la convivencia. Ella trabajó por esta tierra y con esta tierra y eso, al final, es lo verdaderamente importante. Es cierto que el «alma» femenina reviste a la gestión (en general) de un halo muy dialogante, aunque siempre hay excepciones. Ese halo dialogante ella lo tenía, lo que no significa dejar de ser combativo.

Cuando te encuentras con alguien y siempre es un placer, algo debe de haber o de tener que te insufle ese sentimiento. La concepción de la gestión pública como algo de y para todos, no es sencilla. A ella, aunque le tocó una etapa compleja con una pandemia entre medias y ser clave del arco en la comunicación y las relaciones institucionales entre Gobiernos de filosofías diferentes, nunca le supuso un problema.

Desde el punto de vista humano, sobrellevar una enfermedad y sus tratamientos con el trabajo, nos reveló a una mujer tremendamente valiente, con una sonrisa que abrigaba, con una dignidad ejemplar, quitándole siempre importancia a algo tan complejo. Por el contrario, acudía a sus citas sin que lo impidiera cualquier complicación personal, aunque evidentemente la procesión iba por dentro.

Gracias Encarna por haberte quedado hasta el final en tu sitio, con tu gente y con tu ciudad que por justicia te reconoce, valora y siente desde el corazón tu partida y tu ausencia.

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