No sé por dónde empezar. La verdad me considero incapaz de comprender y digerir. Este ojo que observa cree que lo que estamos viviendo es un despropósito inconmensurable y lo peor de todo es que considera, que es el principio de las muchas barbaridades a las que vamos a asistir. Es una pena que cada día alguien se «ahorque» por no estar de acuerdo con lo que se está haciendo. Son muchas voces de sus filas desde hace años las que se alzan, pues su coherencia política y de pensamiento, les impiden formar parte de la barbaridad a la que asistimos. En «Román paladín», tienen vergüenza torera, algo que para algunos ya ha desaparecido de sus vidas. Estoy convencida de que muchos votantes hoy cambiarían su voto.
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El fin jamás justifica los medios y más aún, cuando esos medios van en contra del sentir de una gran mayoría. No nos vale que nos vendan un proyecto que hace aguas por todos los lados, injusto y proclive a la balcanización de nuestra piel de toro. Empecemos por algo: somos, porque así lo decidió la mayoría hace mucho tiempo, una monarquía constitucional. El feo tan tremendo que se ha producido esta semana en el Congreso ante la jura de la Constitución de la futura reina de España, no tiene nombre.
¿Pero qué les pasa a los representantes del PNV? ¿Pero de qué van? y el resto de partidos que no acudieron ¿de qué van? y si no están de acuerdo con el sistema ¿por qué comen de él? ¿por qué engordan sus andorgas y sus buches con él? No os gusta… pues iros y dejad a este país en paz. Pero no, son los egoístas de siempre, que lo que quieren es quedarse con todo lo que tienen gracias a todos de manera gratuita y que a los demás nos den. Y esto lo está permitiendo una parte de un PSOE que ya no tiene la E de español y que lo que es, es un vendido ante una minoría que necesita, en pos de lo que necesita el país.
¿Por qué no hacen un referéndum a todos los españoles y nos preguntan por algo que nos atañe a todos? o ¿acaso se creen los vascos y los catalanes independentistas que lo que son hoy y tienen lo han hecho ellos? Pero qué desvergüenza, qué poca memoria… que se lo pregunten a la gran cantidad de andaluces y castellanos que se fueron allí a trabajar y dejar sus tripas en favor de sus empresas, gracias al dinero inmenso que salió de las arcas de todos para que se callaran, no mataran o no plantearan problemas, y todo a costa de no invertir en el resto de España. ¡Menudos dos hijos macarras que nos han salido a los españoles!, que hacen bueno el refrán de «cría cuervos y te sacarán los ojos». ¡Qué vergüenza! Permitan un referéndum para que todos opinemos y si la mayoría dice que se vayan, ¡pues puerta!, pero que nos devuelvan el rosario de nuestra abuela. Esto no es un tema político, es un tema de justicia y todos estamos empezando a estar pero que muy hartos. Pero claro, eso no lo hacen porque el resultado no es el que quieren. Mientras tanto todos a tragar quina. Seguiremos hablando…
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