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A resultas de lo sucedido en Francia con el preocupante auge de la ultraderecha y la posterior convocatoria de elecciones anticipadas por parte de su amigo el presidente Macron, los periodistas le preguntaban ayer a Kylian Mbappé en la previa del estreno de la selección francesa en la Eurocopa por la incierta situación política que se abre en su país y en toda Europa tras las pasadas elecciones.

Hay quien piensa que las cracks de nuestro fútbol, como las estrellas de rock, las top models, o el santo papa de Roma no son exactamente personas de carne y hueso, sino entes espirituales que deberían vagar por el mundo alejados del barro y el lodo de la política. Pero hete aquí que Mbappé, con la misma naturalidad con que se interna por la banda decidió decir lo que pensaba asegurando que a él particularmente le preocupaba la deriva que estaba tomando la situación y que le molestaban muy especialmente todos los extremistas.

A Mbappé le ha caído la del pulpo, en las redes sociales donde a una parte de la afición les parece inoportuno que un multimillonario del balompié tenga opiniones propias sobre otro particular que no sea el achique de espacios, los equipos que le parecen mejor posicionados para ganar la Eurocopa o la idea de que su próximo club le niegue su participación en los próximos juegos olímpicos.

Pero afortunadamente, como el fontanero, el pinche de cocina, el columnista o cualquier otro hijo de vecino resulta que tiene capacidad para opinar y la valentía de expresarla cuando le preguntan sobre el particular. En eso consiste la democracia.

Lo llamativo es que tampoco le ha parecido bien que opine Mbappé a Unai Simón, nuestro guardameta titular de la selección española, un entorno donde al parecer sigue existiendo la norma de no mojarse, como en su día ya vimos con el asunto de Rubiales, en el que nuestros jugadores masculinos lejos de apoyar a sus compañeras de la selección femenina prefirieron guardar un silencio que chirriaba ante el clamor universal de solidaridad que atronó por todas partes apoyando a Jenni Hermoso. Vaya.

Ojalá que cuando llegue la hora de la verdad y Mbappé encare en un supuesto cruce con nuestra selección la portería de Unai Simón, este se muestre un poco más afortunado sobre el césped que fuera del terreno de juego.

De momento, yo diría que el marcador refleja un 1 a 0 a favor del francés.

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lagacetadesalamanca Mbappé 1, Unai Simón 0