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Pedro Sánchez, primera vedette de este cabaré de los bajos fondos llamado Kaña a Expaña, se nos acaba de disfrazar de palestino, escondiendo la negrura abisal de su mente en una kufiya: Bego, cariño, represento al espíritu mismo de Yasser Arafat. ¡Call me Yasser Sánchez, honey! Lo que no sabe Bego, catedrática sin papeles, es que Arafat fue un «ilustre» terrorista, implicado por ejemplo en la masacre de los Juegos de Munich 72 contra la delegación israelí. Pero como bien sabemos en España, los terroristas son «hombres de paz», y, en el caso de Arafat, con premio Nobel incluido, pues fue de esos siniestros personajes que, como el Ché Guevara, han pasado a la posteridad como iconos pop de culto. El precio de la ignorancia popular.

Yasser Sánchez, ahí lo tienen, guiándonos hacia las tinieblas, que así hubiera titulado Delacroix el cuadro de esta España secuestrada por el grupo salvaje de un Sam Peckinpah revisitado. Los atracadores de bancos hoy son liberticidas, palmeros, ministros, consejeros autonómicos o esposa-de, y no tragan polvo en los desiertos de Arizona sino buenas añadas de Rioja. Un Rufián cualquiera de paseo por Madrid living la vida loca.

Y hoy Yasser nos lleva al abismo, a su abismo de mentiras, corrupción y desenfreno institucional. De reconocer a un estado palestino que ni siquiera existe, hundiéndonos en el desprestigio de Occidente, pasamos hoy a vivir otro día de la infamia sanchista con su puta ley de amnistía. Ratas de alcantarilla indepe, salid, murmura el psicópata que tenemos al volante, incapaz de frenar su propia locura, sus ataques de ira. Toda la dignidad de España obligada a jugar a la ruleta rusa y hoy, 30 de mayo, entra la bala en nuestra cabeza. ETA vive usando el silenciador de unos políticos golpistas, corruptos, bolivarianos y unos «haters» de campeonato, porque sólo el odio les mueve ejecutando su única «habilidad», un crimen de lesa humanidad: expandir el odio entre una buena parte de españoles idiotas, influenciables e ignorantes. Un voto, un idiota, va siendo la consigna de esta tropa que va ganando en su camino a España, capital Caracas. Pero no caigan en el desaliento: seguimos en la lucha, hay que seguir en un intento desesperado por parar la infamia, el destrozo de la Constitución, el golpe a la democracia y el derribo de nuestra convivencia. Y recen lo que sepan, un Yasser Sánchez malherido como está es más peligroso. Sí, aún más es posible.

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lagacetadesalamanca Yasser Sánchez