Esto es España

Ni la entrada de la primavera suaviza el ambiente. No hay tregua en esta España distópica. Necesitaría escribir un artículo no semanal ni diario, sino cada cinco minutos, para dar así respuesta a esta guerra emprendida por Vladimir Sánchez con el único fin de perpetuarse en el poder al precio que sea. Como le dijo hace poco Cayetana Álvarez de Toledo en el Congreso a la jauría socialista, «son ustedes un bulo envuelto en un embuste dentro de una trola». Mejor definición, imposible.

Y como en los mejores totalitarismos, la propaganda y la intoxicación permanentes lo han enfangado todo, empezando por nuestra convivencia. El PSOE, incluidos estos paletos de provincias cuyo silencio y dignidad ha comprado el «sanchismo», ha llevado su rencor y sus complejos demasiado lejos, ha sobrepasado al mismísimo franquismo, pues vuelvo a recordar que Franco fue «honesto», jamás dijo que fuera un demócrata, al contrario que estos golpistas, que todo lo hacen en nombre de la democracia.

Franco fue de frente: soy Franco. Estos de ahora lo justifican todo, si digo una cosa y luego hago otra, es un «cambio de posición política»; si me pillan robando, los otros roban más; si he falseado mis estudios, doy la callada por respuesta; si mi mujer está involucrada en turbios asuntos, el novio de Ayuso es el problema y van más lejos, ¡Ayuso debe dimitir! Ayuso dimisión, repiten los palmeros sociatas para echar más mierda al fuego. El colmo: no sólo a la hora de relacionarte con alguien debes pedirle un certificado de penales, sino que tienes que hacerle una auditoría… Quien no dimite, eso seguro, es Sánchez. Vladimir Sánchez no dimite. Y así hasta que las semanas lo vayan borrando todo y los ciudadanos, que somos gilipollas, lo olvidemos y a otra cosa mariposa. Gooooooollllll.

La tormenta política creada con oscuros propósitos en los laboratorios del odio de Ferraz, de los «nazionalismos»… se ha convertido en el principal argumento de esta banda elegida por un pueblo amaestrado. Ver a Puigdemont dando lecciones en olor de multitudes… ni en tiempos de Mussolini; un prófugo de la Justicia anunciando su candidatura en una democracia a todas luces descarrilada, pues permite que cualquier sinvergüenza nos represente, nos gobierne… Cualquier sinvergüenza, cualquier corrupto, cualquier indocumentada de Ferrol. O cualquier Rubiales, el hombre de Sánchez en las playas del Caribe dominicano. Esto es España, Berlanga puro: te van a detener y sigues tan pancho con la calva al sol. Negrita, otro mojito.