Joyerías y platerías (3)

Paulino García Hernández nace el 17 de octubre de 1897 y se casa con Leonor Trinchet Nicolás, siendo padres de 10 hijos. Muy joven trabajó en el bazar de los hijos de Prudencio Santos Benito, Eusebio y Miguel, en la Plaza Mayor y con el tiempo adquirió sus tres locales. Se estableció primeramente en 1927 en la calle de Quintana, número 3, con productos de joyería, relojería, óptica, receptores de radio y fotografía, teniendo como maestro relojero a través de los años, hasta su fallecimiento el 22 de marzo de 1933, a Ramón Cabezas.

En el número 19 de la Plaza, que hace esquina con el arco de san Pablo, Miguel Santos Baz inaugura en 1920 una relojería y óptica médica a cargo del exoficial de la casa Winzer Pablo Curtiade y al año siguiente con joyería fina. En 1928 adquiere el local Paulino a su antiguo jefe, que le había ayudado para su instalación en Quintana. Abona 17.000 pesetas como traspaso, 29.000 por existencias y una renta anual de 7.500 pesetas.

En setiembre de 1950 adquiere el local número 16, que había sido la tienda de ultramarinos de Enrique Prieto Garnacho. En 1965 (fallecido Paulino en 1957 a la edad de 60 años), el local que en el número 17 ocupaba «El Trust de las Medias» lo adquieren sus herederos y el 14 de abril de 1967 el número 18, también con «El Trust de las Medias» de Angel García Domínguez y a pesar de publicarse los detalles de la inauguración, ésta ha de retrasarse por no suministrar a tiempo las lunas de los escaparates la casa comercial, que públicamente pide disculpas.

Abre en los sótanos una exposición permanente de las porcelanas alemanas de «Roshental». En 1962 pone en marcha el departamento técnico y taller de relojería con cinco oficiales y al frente de ellos se sitúa Eliseo Olalla, técnico preparado en la casa Omega. Con las tres sucesivas ampliaciones que ha ido efectuando consigue ocupar toda una manzana, con los cuatro locales existentes entre el arco de san Pablo y el arco de las escalerillas del Ochavo.

Presentó siempre las últimas novedades en las secciones de joyería, platería, adornos de casa, artículos para regalo, microscopios, aparatos y material fotográfico y de cinematografía y óptica de precisión, que lucía con toda pulcritud en los amplios escaparates y expositores. Tenía la representación de las mejores marcas de porcelana de Dinamarca, Inglaterra, Suecia o Italia.

En diciembre de 1964 abre la primera tienda en el número 12 de la Gran Vía madrileña, junto a la cafetería de Perico Chicote (cerrada en 1998) y en 1971 un local en la barcelonesa calle de Muntaner para la venta al por mayor. Abre local frente al recinto ferial de Valencia junto a otros doce distribuidores y en diciembre de 1974 en la calle de Velázquez, 68, en Madrid inaugura su segunda tienda, cerrada en 2005. En junio de 1977 instala un almacén de distribución en una nave del Polígono Industrial El Montalvo.

Durante el verano de 2006 «Paulino» vende toda la manzana de viviendas a una inmobiliaria, reservándose el número 16, completo y parte del 17 para continuar con la joyería, regida por el menor de los 10 hijos de Paulino, Jorge García. En esa década abre en el número 13 la relojería «Sun Time» con objetos de línea juvenil. Finalmente en febrero de 2017 cierra la «Joyería Paulino» y sus locales permanecieron cerrados durante bastante tiempo.

El bejarano Luis Torrico abre su joyería en la Plaza Mayor 44, en enero de 1997 teniendo ya otra en la plaza de santa Eulalia 13/14 desde 1978 con la representación de importantes firmas.

Existieron ya en el siglo XX las joyerías de: Esperanza González, doctor Riesco 28; «Los Brillantes de Boro» en Zamora 13, de Serafín Largo, quien pone al frente del negocio a Germán Benito, ex dependiente de Pozueta y Asiaín y le cambia el nombre pasando a ser «La Positiva»; Joyería Castrillón en Rúa 4, que antes había sido «La Joyita»; Ángel Juanes que se traslada a Navío, 5; Salvador Sanz, Manuel Cerdán, Román Eloy, Ángel González Hernández, Emilio Luque Vaquero, Manuel Pintado, Gabriel Sánchez Hernández y Vicente Velasco Rodríguez.