Hostelería anterior a 1925 (VIII)

RESTAURANT «LA VIUDA DE FRAILE» (2).- Los conocidos como «Niños del Corrillo», porque lo tenían como sala de juegos al no poder pasar los vehículos por existir peldaños junto a la Plaza Mayor, el 22 de octubre de 1928 se reúnen, (supervivientes y familiares), en la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de la Veracruz, para participar en una Misa por todos los difuntos. En el «Restaurante de la Viuda de Fraile», como no podía ser menos, celebran un banquete que preside Pepe Gordo Centenera, con 55 añitos. Fernando Montejo propone y así se acuerda reunirse todos los años el tercer domingo de octubre.

Componían el elenco: Pepe Núñez Alegría, hijo del fundador de «El Adelanto»; Mariano, Alberto y Adolfo, hijos de Mariano Rodríguez Galván, falleciendo ambos en 1965 en el intervalo de 3 meses; Enrique Vicente Iza Mezquita, luego padre de 11 hijos; Fausto Oria, hijo de Alejo de la tienda «Los Andaluces»; Galo Julio Santiago Ceballos que se casa con Aurelia Mirat Domínguez; Eduardo Rodríguez Iglesias, hijo del confitero Mariano; Miguel e Ignacio, casado con María Fadrique, hijos del banquero Florencio Rodríguez Vega y Buffin; Vicente Pérez Bande Moneo, nieto de Anselmo Pérez Moneo; Fernando Montejo, luego médico de Villar de Gallimazo y Emiliano Jiménez, que tuvo estudio fotográfico en Prior 3.

Por el lado femenino: La hermana de Pepe, Encarnación Núñez Alegría, que al «pelar la pava» con Ramón Llaudaró Falcó, siguiendo la tradición fue obligado por «los Niños» a pagar el vino y su hermana Joaquina que se casa con Julián Pérez Bande Moneo, que es otro «Niño del Corrillo»; las hermanas Rodríguez de Vega Brusi, también de Ignacio y Miguel: Antonia, casada con Segundo Primo Sánchez, Teresa con Juan Muñoz de Partearroyo y Laura con otro banquero, Matías Blanco Cobaleda; Sofía Rodríguez Rodríguez, hija de Mariano Rodríguez Galván, se casa con Julio Ibáñez Moreno y siguen viviendo en el Corrillo, Manuela Fraile Hernández, hija de la Viuda de Fraile y Magdalena Montejo, hermana de Fernando.

Fallecieron tempranamente: Julián Pérez Bande Moneo; Juanito y Josefa Fraile; Eloy Pedraza de Antonio, hijo de Ricardo, «El Ubella» de cuidadas patillas; Fidela Domínguez, hija de Agapito, dueño de la tienda de ultramarinos, esquina con Juan del Rey; Luisa Rodríguez de Vega Brusi, casada con Baldomero Rodríguez Campal; Mario Vicente Iza; Marcelino y Jesús Oria, hermanos de Fausto; Isidro Mata; Paz Rodríguez Olivera; Serafín Sevillano; Mercedes y Consuelo Martínez Sánchez y Alejandro González Hernández.

En la noche del 29/09/1934 se celebra un banquete en el restaurant de la «Viuda de Fraile», que le ofrecen los numerosos discípulos de Unamuno al Rector con motivo de la inauguración ese día, en el palacio de Anaya del Busto con su figura, obra del artista Victorio Macho y celebrarse también la entrega del título de Rector Vitalicio de la Universidad de manos del Presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora, además la creación de la cátedra Miguel de Unamuno y poner su nombre a un Instituto de Bilbao, que luce hoy en su patio una enorme pajarita de bronce en recuerdo de la afición de Unamuno a la papiroflexia.

Es curiosa la relación que el periodista Luis Bolín hace en el diario ABC del precio fijado para el almuerzo de los oficiales del Cuartel General del Generalísimo en la «Viuda de Fraile» al comienzo de la guerra civil (entremeses, huevos con jamón o patatas fritas, pescado o langosta, bistec o chuleta, postre y fruta al precio de 5´50 pesetas). La minuta y el precio se radiaba todos los días en el «Parte» desde la emisora creada en Salamanca, para que fuera escuchado en el frente y en la retaguardia rojas y que se les hiciera la boca agua, formando parte de la guerra psicológica de desgaste y desmoralización del enemigo.

Manuela Fraile Hernández, vivió hasta el 22 de febrero de 1955, viendo el traspaso de las riendas de la casa desde su hijo político Emilio Gómez a algunos de sus seis nietos, Gómez Madurga, que rigieron «La Viuda de Fraile» hasta el cierre definitivo. El restaurante, desaparecido en los años sesenta, fue un referente con solera y se hizo famoso por las visitas de embajadores, personalidades eclesiásticas, profesores y catedráticos de España y del extranjero y nombres famosos del arte, la política o las letras.