Escuelas propias de maestros (1)

El Colegio de san Antonio conocido como Seminario de Carvajal, inaugurado en 1663 en la cuesta de su nombre, junto a la calle de san Pablo, poseía una escuela de atención primaria para hijos de artesanos pobres y además preparaba a los niños y mozos de coro de la Catedral, institución existente desde 1214 y en 1886 continuaba cumpliendo con su misión y enseñaba a 10 ó 12 niños.

La Escuela de nobles y bellas artes de san Eloy. Es una Fundación de carácter benéfico popular creada por el gremio de plateros. Se creó como Escuela del Divujo, bajo la protección del conde de Villalobos y por el obispo don Felipe Beltrán y Casanova y tuvo su primer domicilio en la desaparecida calle de Pecellín, número 4, (aproximadamente la actual Arco de la Lapa).

Las clases eran nocturnas para facilitar la asistencia de los alumnos a los talleres de los maestros plateros durante el día. En principio sólo se impartía clase de dibujo de figura y tras muchas vicisitudes se dieron clases de dibujo lineal, figura, paisaje, adorno, modelación, copia en yeso, solfeo, canto, piano e instrumentos de cuerda y viento. En 1844 mantenía una escuela de párvulos.

La Escuela de artes y oficios se establece en Salamanca en locales del Instituto de Segunda Enseñanza, que se encontraba en el patio de Escuelas menores en el año 1879 y su principal objeto es atender a la educación del artesano y del obrero y encauzar las corrientes de la época por sus vertientes naturales como son los estudios artísticos e industriales.

Comprendía dos secciones de enseñanzas clásicas: Comercio y Artes y Oficios. La primera consta de aritmética elemental y mercantil, teneduría de libros, castellano, francés, geografía mercantil y principios generales de comercio. La de Artes y Oficios constaba de: aritmética elemental, dibujo lineal industrial, de adorno o de figura, modelado industrial, geometría elemental y descriptiva y nociones de mecánica. En 1886 asistían a sus clases 360 jóvenes.

Se crea la Asociación Protectora de Artesanos Jóvenes en 1867, también denominada Protectorado de Jóvenes Aprendices, sostenida por el obispado y promovida por sectores católicos, bajo el patrocinio de san José, establecimiento al que acude un elevado número de alumnos, tanto artesanos como obreros. En 1868, recién llegado el obispo fray Joaquín Lluch y Garriga, ocupan un edificio de la Cuesta del Carmen y más tarde, en 1879, ya como Protectorado de Industriales Jóvenes, apoyados por las Conferencias de san Vicente de Paúl, se trasladan a locales del alojamiento episcopal, cedidos por el obispo don Narciso Martínez Izquierdo, con entrada por la calle de Tavira. En 1887 se trasladan al edificio de la Orden militar de Calatrava, pasando las clases de música y modelación a la que había sido parroquia de san Isidro y a partir de 1894, en tiempos del obispo padre Cámara, llega el Protectorado a san Benito con más de 500 alumnos.

Se impartían dos clases gratuitas, por la tarde y por la noche, en los grados elemental inferior para niños medianos y pequeños, atendidas por un profesor y dos auxiliares y superior para jóvenes y adultos, obreros pobres salmantinos, con un profesor, un auxiliar y varios interinos.

Cuando a finales de 1898 el Protectorado de Industriales Jóvenes pasa a ser regido por los Salesianos, (que no van a dedicarse a las enseñanzas técnicas), muchos de sus alumnos pasan a las clases de la Escuela de Artes y Oficios, dado el gran parecido de las enseñanzas impartidas.

Talleres de Nazaret. La Congregación fue fundada por la madre Bonifacia Rodríguez de Castro (primera santa salmantina) en 1875, según las Constituciones aprobadas por el carmelita obispo Joaquín Lluch y Garriga, para atender a huérfanas desamparadas y a criadas desacomodadas, fomentando la industria en un taller en que fueran niñas y jóvenes de 12 a 18 años a trabajar, hermanando oración y trabajo.

El 12 de agosto de 1884 el obispo Martínez Izquierdo varía sus Constituciones, con lo que se da entrada a la enseñanza con párvulos en las clases del Niño Jesús y con chicas pobres mayores en las clases de san José. Se imparten las enseñanzas de escritura, lectura, aritmética e historia sagrada, además de música. También se crean Escuelas dominicales.