Superpoderes y muchas emociones

No soy particularmente fan del género superheroico, pero algo tiene el agua cuando la bendicen, y si 'Supacell' está esta semana entre los estrenos con mejor acogida de Netflix, habrá que verla. Michael, un repartidor que trabaja al sur de Londres, se da cuenta de que tiene la habilidad de teletransportarse y viajar en el tiempo. En un viaje al futuro descubre que en caso de no hallar y mantener con vida a otras cuatro personas que también disponen de poderes sobrenaturales, su prometida morirá. Empieza así una contrarreloj que cuenta también con una amenaza mayor, una organización dedicada a encarcelar a todos estos superhéroes para utilizar sus poderes en su beneficio. La intriga se mantiene en todo momento si tenemos en cuenta además que dicha organización mantiene bajo control los movimientos de estas personas con habilidades sobrehumanas, a las que chantajean y extorsionan para conseguir que trabajen para ellos. Personalmente, lo que más me aburre de algunas películas de este género suele ser la epicidad y altruismo que se les concede a los superhéroes, dispuestos siempre a salvar el mundo, eso sí, de meteoritos o conspiraciones gubernamentales inventadas. Teniendo en cuenta que las motivaciones de los personajes de 'Supacell' son generalmente egoístas, al menos en esta primera temporada (porque después de ver el final de seguro habrá una segunda), considero la serie una buena fuente de entretenimiento para el público general. En cuanto al cine, a todos aquellos que aún no han visto 'Del revés 2', la película de animación más taquillera en la historia de España, les recomiendo que lo hagan antes de que la retiren de las carteleras. Esta película logra tocar la fibra sensible de los espectadores al mostrar cómo las emociones, incluida la recién llegada ansiedad, construyen nuestra identidad y lo que pensamos de nosotros mismos.