A pesar de haberse estrenado hace más de un mes, Los Bridgerton siguen arrasando, y es que no sólo la última temporada continúa número 1 en la lista de lo más visto en nuestro país, sino también las dos temporadas anteriores, que se mantienen en el top 10 junto con la precuela de la Reina Carlota.
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Esta ficción narra las peripecias de varias familias de la aristocracia londinense del siglo XIX, cuyos miembros acceden al mercado matrimonial cada temporada ante la atenta mirada de una exigente Reina de Inglaterra dispuesta a escoger a su diamante entre las debutantes, así como de una perspicaz autora con ansias de libertad lista para airear cotilleos y rumores a través de una identidad secreta (o no tanto), valiéndose para ello de un seudónimo, Lady Whistledown.
¿Dónde reside el éxito de esta serie basada en las novelas de Julia Quinn? Como en la mayoría de casos se explica a través de diversos factores, el primero, sin duda, sería una buena campaña de marketing sostenida en una magnífica estrategia en redes sociales, por no hablar de las bandas sonoras, éxitos fácilmente reconocibles de Madonna, Pink o Sia versionados por un cuarteto de cuerda, otro gran acierto.
La siguiente razón sería su sencillez, sin caer en lo absurdo. Las tramas y arcos de los personajes son una materia fácil de digerir por nuestro cerebro, sin perder en ningún momento la tensión dramática y sexual de los personajes principales, protagonizada esta vez por Penelope Featherington y Colin Bridgerton. A su vez, los conflictos sociales se exponen sin profundidad, creando un contexto sobre inclusión y feminismo para 'dummies' que no es difícil de entender. Por último, desde un inicio, la serie ha sabido arriesgar sin miedo a las críticas, presentando un gran número de personajes racializados entremezclados con el resto de la aristocracia londinense de la era del romanticismo, incluyendo en esta última temporada también a miembros del colectivo LGTB (con personajes más relevantes).
Aunque no todo son elogios, para los detractores del clasismo y del romanticismo exacerbado, la serie, que cuenta con una nobleza bondadosa y romantizada cuyos personajes alcanzan la felicidad a través de los matrimonios por amor, puede resultar infumable en algunos puntos. De hecho, los personajes pierden todo su interés tras haberse casado. En definitiva, considero que este éxito es recomendable para un público general, dispuesto a recibir entretenimiento sin complicaciones a través de ingeniosas tramas, al fin y al cabo, ¿quién no ha soñado alguna vez con protagonizar un romance de época?
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