Y no es para menos porque la situación es realmente escalofriante en algunas comunidades españolas tal y como estamos comprobando en estas últimas semanas. Especialmente en Cataluña donde encontramos lugares donde no llueve desde hace dos años y donde el cambio climático hace que en las cumbres de Pirineos no se vea la nieve. En Salamanca nos encontramos ciertamente despreocupados porque hace décadas que no vemos restricciones, aunque las previsiones no sean nada buenas porque en Gredos tampoco hay nieve y esto a medio y largo plazo tiene que ser un problema.
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Dicho esto, vuelvo a la voluntad de ayuda que ha demostrado la Comunidad Valenciana que está muy de acuerdo en que la desalinizadora de Sagunto aporte miles de hectómetros de líquido elemento a la desertizada comunidad catalana. En este punto no puedo por menos que pensar en las negociaciones que se llevan a cabo para encajar con calzador una amnistía que no convence a nadie que no sea el presidente de gobierno. La pregunta es ¿qué nos debe preocupar más? Salvar de la quema al inquilino de Waterloo y sus CDR o negociar un buen plan para que la sequía sea menos problema para millones de ciudadanos que en estos momentos arrastran garrafas de agua, muchos negocios que se ven abocados al cierre porque simplemente no disponen de agua o tantos agricultores y ganaderos que además de la problemática que arrastran en los despachos, se vean sin agua para mantener sus explotaciones.
Me pregunto ¿dónde está el sentido común? en este jueves parece que vuelve el frío y el agua, pero no será suficiente con pantanos al 16% de su capacidad, con acuíferos contaminados y con una situación preocupante sobre la que debemos reflexionar antes de llegar al caos.
Ahora nos damos un mes para alcanzar acuerdos sobre la amnistía y seguir dando pábulo a gobiernos independentistas que en 12 años no se han preocupado en acometer las auténticas necesidades de Cataluña. 2 desalinizadoras que no dan suficiente agua potable ni tampoco para el riego en las ricas vegas en Lérida, Barcelona o Gerona. Este es el problema porque ahora se apela a la solidaridad española pero no veo a los independentistas de Junts sumando cláusulas para apoyar al gobierno que tengan que ver con esta urgente necesidad, solo preocupa que la amnistía acoja a todos y todas y aún más, se atreven a calificar grados de impunidad en materia de «terrorismo». Ahora solo preocupa esto, que todos salgan a la calle y que unos pocos que se ven con la sartén por el mango manejen el futuro de millones de españoles que, sin lugar a duda, mantienen otras prioridades. Lo estamos viendo ahora, el mundo rural se mueve, los transportistas se mueven, mientras tanto otros siguen viviendo en su mundo feliz pegados a sus sillones de mando y a sus sueldos insolidarios.
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