Democracia a mi manera

Quería fijar mi atención en el ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, quien ahora es también el secretario regional socialista de la Comunidad de Madrid después de un leve cambio de estatutos realizado en el cónclave de la izquierda en Sevilla, leve cambio que le ha permitido acceder al puesto que se enfrentará a Isabel Díaz Ayuso y promete ser el próximo presidente de la comunidad madrileña.

Hasta aquí los datos recientes porque aún me zumban los oídos cuando recuerdo la nefasta campaña del señor López en las elecciones en las que se presentaba como candidato a la Comunidad de Castilla y León. Y es que no se pudieron dar más palos de ciego en aquellos 15 días en los que incluso se nos llegaba a convocar en bosques a los medios de comunicación a las 8:00 de la mañana para anunciar medidas.

Lo que pasó después fue que se quedó en la oposición de 2011 a 2014, posteriormente fue Secretario de Organización y portavoz parlamentario en el Senado hasta que el Partido Socialista lo sacó de la batalla política para ser presidente de Paradores de Turismo. Este último nombramiento ya en la etapa de Sánchez en el Gobierno que después lo nombraría jefe de Gabinete de Presidencia hasta su último nombramiento como ministro. Como ven se trata de una fulgurante carrera de servicios prestados y de traspiés confirmados para que ahora sea el «mirlo blanco» que sea capaz de realizar una oposición clara en Madrid para posteriormente alcanzar la presidencia. Y creo que se necesita tener valor para creer que esta circunstancia se vaya a producir. Muchos errores deberá cometer Ayuso, por cierto, sin pensar en todas las tramas judiciales que se están generando en estos momentos en torno a los casos Koldo y Ábalos que tienen mucho que ver con la gestión realizada por López en la Moncloa.

Da miedo pensar en lo que nos espera, porque todo este entramado político nos afecta a todos sin excepción. Y pienso, nos afecta o seguiremos creyendo en las hadas porque no veo una reacción generalizada ante tanta distorsión, ante tanta presunta mentira y ante casos que parecen claras tomaduras de pelo. Y es que en España seguimos agarrados al sillón, no lo queremos soltar y así seguirán muchos hasta que el juez dicte sentencia. Y ojo, que algunos ni por esas. Creo que va llegando el momento de colocar las cartas boca arriba y convocar elecciones porque hasta el vecino de Waterloo presenta moción de confianza para que Sánchez acepte. No lo verán nuestros ojos, pero cuánto nos costará, no lo sabemos, pero vayamos temblando.

En fin, van llegando fechas de amor y paz y lo mejor será que nos vayamos preparando y si no tenemos alguna sorpresa antes, caminamos hacia el 2025 que esperemos que sea el año de la confianza en la justicia.