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Nadie pone en duda que para abordar el gravísimo problema de la vivienda que hoy tenemos en España es preciso invertir en construcción, para lo cual -como ha escrito Jorge Galindo - hay que desbloquear otros cuellos de botella. Feijóo habló el domingo pasado de la necesidad de reformar la Ley del Suelo. Por otro lado -siempre según Galindo- el verdadero poder para el sector público estará en disponer de pisos propios, no en decretar ni prohibir.
Hasta ahora, las llamadas Viviendas de Protección Oficial (VPO) han pasado tras unos años al mercado libre. ¿El problema puede resolverse regulando mediante leyes y otras normas? Pues parece que no. ¿Se debe limitar la compra a los extranjeros? Creo que ese nuevo aislacionismo no lleva a ningún buen puerto. Sin embargo, como ha escrito el citado Galindo, «se pueden combinar enfoques en materia fiscal de izquierda y derecha. Sánchez propone exenciones de IRPF si se alquila a un precio marcado por un índice. También, desde la ley de 2023, los ayuntamientos pueden penalizar con recargos en el IBI a las viviendas vacías. Y el PSOE sugiere más presión fiscal a quien tiene varios alquileres turísticos.
Se deberían unir las tres piezas en un solo diseño coherente: quien alquile de manera asequible y a largo plazo paga menos; y quien lo haga a corto o más caro, más».
Una decena de medidas frente a una docena. Las propuestas del PSOE componen una decena y las del PP una docena. Una nueva versión del enfrentamiento del PP contra el PSOE y del PSOE contra el PP. Sin embargo, un acuerdo en la materia se hoy se antoja imposible.
PSOE y PP deberían diseñar de consuno una nueva Ley del Suelo. Leamos lo que ha dicho a este propósito el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores, Xavier Vilajoana:
«La ley de Suelo es una cosa que clama al cielo. Es supernecesaria y es una ley muy técnica, nada ideológica, pero no sale adelante por otros temas. Ahí entramos en el campo de la política y el sector privado no puede hacer nada, más allá de pedir que se apruebe. En algunos puntos ambas formaciones coinciden y no estaría mal que se pusieran de acuerdo y hubiera una especie de Pacto de Estado por la Vivienda».
Ante una situación tan grave para nuestra juventud urge exigir a los dos grandes partidos que se pongan de acuerdo en una nueva ley del suelo y en un plan de vivienda que implique a todas las comunidades autónomas y a los ayuntamientos. Ese acuerdo urge para sacar a nuestra juventud del hoyo dentro del cual hoy sobrevive.
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