Jóvenes, viviendas y rentas

Es probable que la izquierda radical española que ahora está con Sánchez en el Gobierno no sepa que Franco ya prohibió en los años cuarenta la subida de los alquileres. ¿Y qué consiguió? Pues que el mercado de alquileres prácticamente desapareciera. Quizá por esa desmemoria el Gobierno sanchista impulsó una ley de vivienda en la misma dirección de lo que se hizo aquí en los años cuarenta del siglo pasado y los resultados han sido parecidos: un mercado de alquileres a la baja y unos alquileres en alza, coincidiendo con unos tipos de interés crecidos que han subido las hipotecas y con ellos empeorado el acceso a la vivienda. Vamos, todo un éxito que afecta especialmente a la juventud española, que tarda muchísimo en vivir fuera del domicilio familiar y tiene menos hijos que en cualquier otro país europeo. En efecto, el 65,9% de los jóvenes españoles entre 18 y 34 años residía en 2022 en el hogar familiar. Son 13 puntos porcentuales más que en 2008.

A mediados del mes de mayo el Banco de España hizo públicos los resultados de su Encuesta Financiera de las familias y su lectura resulta deprimente, especialmente para los jóvenes. Por ejemplo: la riqueza por hogar de los mayores de 75 años es casi el triple que la de los hogares de españoles entre 35 y 44 años, y 11 veces más que la de los menores de 30 años. Como dice Javier Jorrín en El Confidencial, un periodista que lleva años informando sobre el asunto, «nunca se había producido esta brecha generacional en términos de patrimonio total». Normalmente el patrimonio suele aumentar con la edad hasta que alcanza un techo, el individuo se jubila y el patrimonio desciende, pero ahora no. El patrimonio de la población más envejecida no desciende tras la jubilación sino que sigue creciendo gracias a las rentas del capital y a las revalorizaciones de las pensiones.

De hecho, el único ascenso económico que les ha quedado a los jóvenes son las herencias, lo que no hará sino aumentar la desigualdad. Según un estudio del investigador Pedro Salas-Rojo y el catedrático Juan Gabriel Rodríguez, «casi el 70% de la desigualdad de la riqueza en España viene asociada a las herencias, y este porcentaje sube hasta casi el 75% en el caso de la riqueza no financiera».

España es demográficamente un país de viejos pero también es un país para los viejos, mientras los jóvenes soportan salarios bajos y se les niega el acceso a la vivienda en propiedad o en alquiler. Tal como les vienen las cosas, tendrán pocos hijos y el peso de los viejos será cada vez más grande.