La semana que hoy termina se aprobó en el Congreso la tramitación de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que, avalada por más 700.000 firmas, al final del proceso legislativo podría regular a medio millón de sin papeles. Incluso ha tenido al final el apoyo de UGT y CC.OO., que se oponían en principio, y también el plácet del PP para que al menos sea discutida.

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¿Quiénes son estos ciudadanos, que podrían ver normalizada su vida en España? Entre 405.000 y 446.000 personas, sólo el 11% africanas, un 24% trabajando en la llamada economía sumergida y un 24% en hostelería. Unas 125.000 son niños. Cuatro de cada 5 tienen menos de 40 años. Siete de cada diez varones está por debajo de los 30 años. Sin papeles, cada migrante cuesta al Estado 2.000 euros al año. Con ellos, su aportación sería de 3.500. Quiero pensar que una vez concluido el proceso legislativo esta norma creará pocos problemas. Ojalá sea así.

Pues bien, casi a la vez, concretamente el miércoles 10 de abril, el Pleno del Parlamento europeo ratificó, tras un largo debate, el Pacto Migratorio y de Asilo de la UE y se espera que los 27 ministros del ramo lo apoyen dentro de unos días.

La comisaria de Interior, Ylva Johansson, celebró el acuerdo con estas palabras:

«Es un gran logro. Así podremos proteger mejor nuestras fronteras exteriores, a los vulnerables y los refugiados, y devolver rápidamente a aquellos que no tienen derecho a quedarse, con solidaridad obligatoria entres los estados miembros».

El comisario Margaritis Schinas añadió: «Después de casi una década de bloqueo, se ha logrado. Europa gestionará la migración de forma ordenada y según nuestras condiciones».

En el papel parece haberse conseguido la unanimidad, pero ya veremos cómo navegará este complejo barco. En cualquier caso, conviene recordar lo dicho por la cúpula de la UE (Roberta Metsola, Ursula von der Leyen y Alexander de Croo:

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«La migración es un desafío europeo que debe afrontarse con una solución europea. Esto es lo que ofrece el Pacto sobre Migración y Asilo. Fronteras más seguras, trámites más rápidos y eficientes y más solidaridad con los Estados miembros en las fronteras exteriores […] Se hace historia. Hemos creado un marco legislativo sólido para abordar la migración y el asilo en la UE. Han pasado más de diez años en su elaboración, pero cumplimos nuestra palabra. Un equilibrio entre solidaridad y responsabilidad.

Sólo me queda añadir, casi religiosamente: que así sea.

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