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En una de esas ideas fuerza que suele soltar Pedro Sánchez, éste nos anuncia que en cien actos durante 2025 se celebrará el 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco. En efecto, el dictador murió en el año 1975, pero de lo ocurrido aquel año poco se puede conmemorar. Veamos.

El año 1975 comenzó con las cárceles llenas de presos políticos. Los exiliados seguían fuera, los partidos políticos y los sindicatos eran clandestinos, el Tribunal de Orden Público producía sentencias como si fueran churros, la censura lo prohibía casi todo, estaban en vigor las siete Leyes Fundamentales del régimen, se aplicaba la pena de muerte, en la Puerta del Sol no estaba Ayuso sino los torturadores de la policía política, las elecciones libres estaban proscritas y el presidente del Gobierno era un tal Arias Navarro (conocido como «carnicerito de Málaga» por su actuación sanguinaria como fiscal durante la guerra civil).

Espero que uno de esos actos no se celebre el 20 de enero, que en esa fecha de 1975 la Guardia Civil mató a tiros en Bilbao a un joven que repartía propaganda del PCE. O el 25 de abril, cuando se decretó el estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa. O en los más de seis meses que las principales universidades estuvieron cerradas por orden gubernativa.

Tampoco en noviembre, con Franco ya agonizante, cuando el rey de Marruecos organizó la Marcha Verde, humilló a España y se apropió del Sáhara occidental, entrega que el Gobierno de Sánchez rubricó medio siglo más tarde con no se sabe qué motivos.

Todo esto nos lo ha recordado Ignacio Varela, que también se pregunta: ¿Qué clase de mierda pretende celebrar este Sánchez? ¿Que los demócratas fuimos incapaces de derrotar a la dictadura durante cuatro décadas y tuvimos que esperar que la biología hiciera lo que nosotros no supimos hacer? ¿Que Franco murió en el poder y tuvo que ser el sucesor designado por él quien usara el poder absoluto del régimen totalitario para abrir las puertas de la libertad, jugándose el pellejo? Nadie estaba feliz en España el 20 de noviembre de 1975.

Quiero creer que estas ocurrencias antifranquistas de Pedro Sánchez han de tener cada vez menos efecto sobre los votantes que milagrosamente le siguen siendo fieles. Una fidelidad a Sánchez que perjudica gravemente al conjunto de los españoles. ¿Cómo se puede creer que España se divide políticamente en dos, de un lado la fachosfera y de otro la progresía (con Junts dentro)?

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lagacetadesalamanca Franco murió en una cama