Leo el siguiente titular en un diario de tirada nacional: «Trump: Rusia se está portando bien» y en la página siguiente: «El Kremlin considera 'innegociables' las regiones de Ucrania que se ha anexionado».
Publicidad
El Kremlin no se conforma con la paz en la actual línea del frente y advierte de que quiere la totalidad de las cuatro regiones ucranias que se anexionó en septiembre de 2022: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. «Los territorios que se han convertido en entidades de Rusia, están registrados en nuestra Constitución y son parte integral de Rusia». Y de nada vale lo que diga sobre estas tropelías el Derecho Internacional.
Y es que para Putin sólo existe la lógica de la fuerza. «Es importante que nuestros socios muestren pragmatismo, una visión realista de las cosas, y rechacen los estereotipos, las supuestas reglas y los clichés ideológicos de sus predecesores que provocaron la crisis del sistema de relaciones internacionales», manifestó por su parte Putin durante un encuentro ante la base de su poder, el Servicio Federal de Seguridad (FSB).
En este contexto, el jueves pasado Trump prometió al Gobierno de Volodímir Zelenski.: «Vamos a hacer lo máximo posible con Ucrania para que haya un buen trato y recuperen el máximo posible» (referido al territorio). Pero las palabras del Kremlin, como ya sabemos, se oponen a esa pretensión.
Washington y Moscú reanudaron sus conversaciones en Estambul bajo un gran secretismo. Del encuentro apenas trascendió algún detalle, aunque sirvió a las dos partes para medirse ante las futuras rondas de negociaciones. Esta vez se trató de una cita de menor rango que la organizada en Riad el pasado 18 de febrero, con la plana mayor de ambos ministerios de Exteriores. Esta vez, se citaron sus dos delegaciones de diplomáticos y expertos en la residencia del cónsul estadounidense en Turquía. Pero tras seis horas y media de deliberación, la comitiva rusa se marchó sin hacer comentarios ni a sus propios medios de comunicación.
Publicidad
Varios medios de propaganda del Kremlin han filtrado al canal de noticias Viortska las instrucciones dadas por el Kremlin a sus periodistas para cubrir las conversaciones: no prometer el final de la guerra ni alabar personalmente a Trump, pero sí aplaudir que el Gobierno estadounidense haya recogido el guante ruso para dialogar. «Si las negociaciones no llevan a nada, siempre podremos decir que lo intentamos».
Viendo cómo van las cosas, uno se teme lo peor: Ucrania desbaratada en favor de Putin, y las minas ucranianas en manos de Trump y Europa mirando al mar.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.