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Mañueco, verbo y predicado

Las intervenciones de la procuradora Rosa Rubio son como los episodios de Pesadilla en la cocina: visto uno, visto todos

Viernes, 31 de enero 2025, 06:00

Tengo la sensación de que las intervenciones de Rosa Rubio -procuradora del PSOE- son como los episodios de Pesadilla en la Cocina: te basta con ver uno porque siempre repiten la misma estructura y solo cambian algunos detalles.

Creo que no recuerdo una sola intervención en las Cortes o rueda de prensa de Rosa Rubio en la que se haya salido de la estructura 'Mañueco, verbo y predicado'.

Da igual que estemos hablando de fiscalidad regional, de la actualización programada de una resonancia magnética o de un pequeño desconchón en la pared de un centro de salud rural que, a lo mejor, pertenece a un ayuntamiento socialista. El sujeto de la oración siempre es Mañueco.

A Rubio le encanta conjugar la figura del presidente de la Junta con verbos como 'desprecia', 'maltrata', 'desmantela', 'aísla' y similares. Luego ya solo tiene que sumarle el predicado, que puede ser de lo más variopinto, pero en resumidas cuentas suele ser una insinuación zafia de que Mañueco ha ordenado que las cosas funcionen mal a propósito.

Nadie le va a tirar en cara a un político de la oposición que salga a criticar todo lo que pueda del equipo de Gobierno porque todos sabemos que esto funciona así. Pero en el fondo es un papelón que el partido te pida ir a la guerra, te ponga en primera línea de fuego y no te dé más armas que un abrelatas. Claro, luego hay cadáveres políticos.

Rosa Rubio piensa que lanza dardos envenenados, pero en realidad arroja un boomerang porque eso vuelve y le pega en la frente.

Este jueves Rosa Rubio salió a denunciar que Mañueco -obviamente él- podría estar planeando eliminar la Unida de Foniatría y Logopedia del Hospital de Salamanca. Dice que está «indignada» y pide explicaciones de por qué se va a desplazar a otra provincia a una otorrinolaringóloga que realiza un papel fundamental.

¿Saben cuál es la realidad de lo que Rubio considera un perverso plan? Pues una normativa que se llama 'concurso de traslados', que funciona en Castilla y León al igual que en el resto de España.

El Hospital de Salamanca tiene a una especialista -que debe ser un auténtico sol porque todo el mundo la adora- que trabaja en comisión de servicios. Ahora llega otra profesional que tiene una plaza en propiedad porque ha aprobado una oposición y que además cuenta con la suficiente veteranía por lo que, tal y como dicta la ley, tiene derecho a solicitar esa plaza. Y punto.

¿No le gusta la ley a Rosa Rubio? Que vaya a quejarse a 'su' Ministerio de Sanidad para promover un cambio estatal de la normativa, pero intentar jugar aquí el comodín de Mañueco denota ya mucha desesperación y falta de recursos.

A pesar de todo. A pesar de que 'dura lex, sed lex', me consta que el Hospital está barajando fórmulas como la de 'atribución temporal de funciones' o la gestión compartida con el Hospital de Zamora de una profesional. Lo que me gustaría saber es qué opinará la versión zamorana de Rosa Rubio cuando vea lo que pide su 'compi' salmantina.

Es un boomerang parecido al de los conciertos con la sanidad privada. Otro clásico de Rosa Rubio: los males de la sanidad de Castilla y León se deben a que Sacyl deriva de vez en cuanto unos paquetes de cirugías a clínicas privadas para aligerar las listas de espera. ¿Lo hace con mucha frecuencia? Pues es la comunidad que menos porcentaje de su presupuesto destina a la sanidad privada de toda España.

Digo yo que si Rubio tiene la fórmula mágica de la sanidad debería ir a venderla a las comunidades del PSOE, donde gastan muchísimo más dinero en sanidad privada y, al ser de su propio partido, le harían todo el caso del mundo. ¿O no?

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