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La mayoría de los presidentes del Gobierno suelen poner al frente de Fomento a personas cualificadas y con una capacidad de esquivar tentaciones a prueba de bombas. No es el caso de Pedro Sánchez que eligió a Ábalos en sus primeros años y ahora ha escogido a Óscar Puente, que a la primera de cambio ha perdido las formas con todo el que le lleva la contraria. La cartera de Fomento gestiona algunas de las empresas públicas más potentes del Estado como Adif o Aena.

Sánchez eligió a Ábalos porque era uno de los hombres más leales que tenía a su lado. Escogió a alguien que le había demostrado que era capaz de decir que era de noche, aunque luciese el sol si el jefe lo decía. A su vez Ábalos seleccionó a Koldo como su mano derecha para llevar un ministerio, que exige mucho más que un mínimo de formación.

Desde hace años en círculos periodísticos se ha hablado mucho sobre la figura del portero de un club de alterne, que llegó a ser consejero de Renfe Mercancías. Koldo era la sombra de Ábalos. Iba con él a todos los lados y nadie sabía muy bien si era asesor, escolta, conductor, confesor o simplemente le compraba el tabaco. Su figura levantaba unos recelos que se multiplicaron tras un viaje a Canarias. El ministro viajó un jueves en plena crisis migratoria y aprovechó para llevarse a toda la familia a pasar el fin de semana. Entonces trascendió que Koldo iba pagando los gastos del ministro y de la familia con tres sobres de dinero en metálico, que llevaba en una mochila. Aquello disparó los comentarios pero nadie fue capaz de demostrar nada fuera de la legalidad.

Un año antes, la pareja Ábalos Koldo, recibió a Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas. La vicepresidenta de Maduro, acusada de violar los derechos humanos por la UE, necesitaba meter en España 40 maletas sin ningún control. Pedro Sánchez no dudó en que esta pareja era la mejor para el éxito de esa misión. El paso de Delcy es ahora un as en la manga para los dos. Lo mismo que el inexplicable rescate de Plus Ultra, que pagamos todos los españoles, sin que casi nadie viera la necesidad, más allá de que la cúpula de la compañía es cercana al régimen de Maduro.

Ábalos y quizá Koldo, valen hoy más por lo que callan que por lo que dicen. Por eso al ex- ministro lo iban a premiar con un puesto de eurodiputado, antes de este escándalo. Sánchez tiene un problema. Uno de sus hombres de confianza está replicando su Manual de Resistencia. El ex ministro aprendió al lado del presidente cómo sobrevivir al propio PSOE. El alumno conoce muchas de las habilidades y también de las debilidades del maestro. Así que veremos cómo acaba todo esto.

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lagacetadesalamanca El manual de resistencia