Sí, cierto es: gran parte de las inversiones y obras de infraestructuras prometidas a Salamanca en los Presupuestos Generales del Estado no se han ejecutado o acumulan demora de años. Pero todo tiene su con qué. Si es que las carga el diablo, hombre, que pedimos a tontas y a locas.
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Sí, hay retraso en la reforma del Palacio de Justicia: pero cuando parece una entelequia juzgar a Puigdemont, mejor dedicarse a reformar otros palacios como los de descanso veraniego del esforzado presidente, léase el palacio de las Marismillas de Doñana o el palacete de La Mareta en Lanzarote. Surgidos vocablos siniestros como lawfare, o interpuestas querellas contra el juez por el affaire Begoña Gómez, mucho mejor reformar el contenido que el continente de la Justicia.
Sí, estamos sin proyecto para el enlace de Buenos Aires -será por el desencuentro gubernamental con Milei-, y está paralizada la mejora del acceso Norte, pero claro, primero el Gobierno tendría que encontrar el norte, algo nada baladí.
Sí, está parado el cuartel de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo, pero es que la UCO del Instituto Armado lleva un veranito de registrar la Diputación de Badajoz en relación con las actividades del hermano del presidente del Gobierno, que así no le debe caer simpática, no señor.
Sí, paradojas de la vida, ha quedado olvidada la tercera sede del Centro de la Memoria, pero es que ¡qué pereza ponerse a recordar todos los «cambios de opinión» de Moncloa en estos años!: no pactar con Bildu o Podemos, no contemplar indultos ni amnistía, traer de vuelta a Puigdemont a los tribunales españoles…
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Sí, está detenida desde hace años la electrificación de la línea hasta Portugal, pero es que allí no hablan catalán ni vasco, y además ponerse las pilas es mucho esfuerzo. Es más oportuno doctorarse en otros tipos de enchufes, o especializarse en las puertas giratorias para engrosar los puestos directivos de compañías del ramo al abandonar la política activa. Pero eso ahora no toca, que el sillón presidencial es mullido y permite atornillarse a base del donde dije digo.
Mucho mejor ahorrar, que con la nueva financiación de Cataluña habrá que economizar y afeitar un huevo. La recaudación del IRPF en Salamanca el primer semestre de este año se ha duplicado respecto a lo pagado en 2016, en cabeza de las provincias de España. No vale mosquearse por el poco rédito visible en esta tierra del mucho dinero apoquinado de nuestros bolsillos; con su inacción nos invitan cortésmente a aflojar la mosca y tener la boca cerrada, para que no nos entren insectos de esa ralea.
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