Un poco más lejos de Madrid

Se acaban, estate atento, porque se acaban. Los bonos con los que podíamos viajar a Madrid gratis terminan con el fin del 2024 y no parece que vayan a volver. Es verdad que la Junta se ha comprometido a darnos un 25 % del precio de los abonos a los que decidan (o no tengan más remedio) que sacárselo. Pero no es lo mismo, ni parecido, nada que ver.

La idea, que era buena, se gestionó fatal. Que conseguir billetes para un viernes o un domingo por la tarde era igual de complicado que enhebrar una aguja con manoplas. Pero, más o menos, te podías apañar. Tenías Madrid ahí, dabas un salto y te plantabas en la capi. Pues no, ya no, ya nos podemos olvidar de eso. Madrid se nos pone un poco más lejos, porque se nos va a hacer mucho más caro. Tenemos menos frecuencias (esperando que vuelvan las que quitaron) y nos va a salir mucho más caro. Pues qué bien todo ¿no?

Mención aparte merece la web de Renfe. Desastre absoluto. Mira, te cuento una historia cien por cien real, unas amigas chilenas vienen a visitarme en unos días y estaban tratando de sacar su billete de tren de Madrid a Salamanca. Me llamaron desesperadas porque no eran capaces, la web se colgaba, les decía que no existía ese trayecto… Tuve que recomendarlas que se bajaran la aplicación que va algo (un poco sólo eh) mejor. En fin, un desastre. Qué buena imagen se han llevado estas chicas de nuestros trenes eh. Ahora ya sólo les falta que el tren salga con retraso, que se estropee la calefacción, que se pare en algún túnel… Vamos, esas cosas divertidas que, según Óscar Puente no pasan, pero que sufren los viajeros a diario. Eso sí, que no se le ocurra a ninguno quejarse, que entonces serían fachas contrarios al progresismo.

Para mí, que no tengo coche, si quiero (o necesito) ir a Madrid tengo dos opciones que son ir en bus o ir en tren. Hasta ahora la decisión era sencilla, el tren. Porque tardo una hora menos (si tengo suerte en pillar las ansiadas frecuencias rápidas), porque me salía gratis (o por 20 euros cada tres meses), porque en tren puedo levantarme y moverme por el vagón, porque la estación de tren me pilla cerca de mi casa... En este momento empiezo a dudar, el bus vuelve a ser una opción que barajaré la próxima vez que vaya a Madrid. Volveré a sacar el abono hasta fin de 2024 y luego ya me lo pensaré. Ahora que lo pienso, voy a ir sacando los billetes para Navidad. Por si acaso.