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Pues mira, hemos llegado a la final de la Eurocopa. Reconozco que le tenía poca fe a esta selección. Y también te digo que la imagen de De la Fuente rompiéndose las manos a aplaudir a Rubiales cuando daba sus grititos patéticos de «no voy a dimitir» no ha ayudado a que les tuviera mucha simpatía. Pero ahí están los tíos. Con todo su mérito. Sí, yo habría preferido que jugara más Nacho y mucho más Joselu, pero por ahí se me escapa el blanco que llevo dentro, lo reconozco. Lo curioso, lo que me preocupa o me sorprende, es que estos días tenemos permiso para ser españoles. Tenemos permiso para llevar camisetas de España, ponernos la bandera, pintarnos la cara con nuestros colores… Podemos hacer lo que nos apetezca. Ahora sí.
Durante estos días todos podemos presumir de nuestro país, ahora no es de fachas. Ojo, que dura poco eh, que el viernes que viene ya no. El viernes que viene si no guardas la bandera que has colgado en tu balcón, si no te quitas las pulseritas rojas y amarillas, si no escondes el polo con la bandera… Si no haces todo esto, entonces ya vuelves a ser un facha de libro. Ahora sí puedes, pero la semana que viene no. Curioso, muy curioso ¿no crees?
Porque todo el mundo sabe (y ojo que voy con ironía cargada) que la bandera de España es de la ultraderecha (es decir, todos los que no apoyan el Gobierno de retazos) y la bandera del arcoíris es de izquierdas progresistas (es decir, los que sí mantienen a Sánchez). ¿Alguien de izquierdas que le guste la bandera de su país? Uf no, no, quita bicho. ¿Alguien de derechas que sea o respete el que cada uno quiera, se casa, se arrejunte… con quien le dé la gana? Qué tonterías digo, de verdad.
Me da pena, me da mucha pena, al punto al que hemos llegado. Ya no somos, ni podemos ser, afines a nada, lo que tenemos que ser es enemigos de los que no piensan como nosotros.
¿Pues sabes? No tengo ni idea de qué va a pasar el domingo a las nueve de la noche. Está claro que lo voy a ver. No sé si va a marcar un catalán, un madrileño, un vasco. No sé si va a marcar un blanco o un negro (asiáticos no tenemos, de momento, en la Selección). No sé si va a marcar un hetero o un gay. Sí sé que cuando marque (los que sean y espero que varios goles) yo lo voy a celebrar. Y estaré orgulloso de mi país, de mi bandera y de los españoles. Ojo, el viernes que viene también y seguiré llevando mis pulseras de España, aunque ya me vayan a llamar facha.
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