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VÍTORES A MÁQUINA

Palaya

Se bajó definitivamente del escenario y emprendió la huida junto a sus padres y su hija, tres maletas y una gata, desde Dnipro (Ucrania) hasta Salamanca

Viernes, 8 de diciembre 2023, 05:30

Palaya es el nombre artístico de Anna Hridnieva. Nos conocimos en el 60 aniversario de Cáritas Diocesana de Salamanca que se celebró el pasado 30 de noviembre en el Palacio de Congresos y ante unas 900 personas. Juntas disfrutamos de una gala de cumpleaños en la que ella cantaba y yo presentaba. Un acto cargado de valores, reconocimientos y de mucha Esperanza.

Anna empezó a ser Palaya hace cinco años. Descubrió que tenía un talento que debía fortalecer y trabajar y comenzó a formarse en la música sin estudios previos, sin saber tocar ningún instrumento pero consciente de las posibilidades que da la tecnología y de su facilidad para aprender. Y se dedicó profesionalmente a la música, su pasión. Diseñó un nombre artístico que en ucraniano significa «arder» y se puede entender como ese fuego pasional por algo que te vuelve loco. La música.

Pero en mitad de ese sueño Putin le declara la guerra a su país. Ucrania es atacada por Rusia con una «operación militar especial», como anunció en un discurso televisado el presidente ruso. Era febrero de 2022. Un mes más tarde Palaya se baja definitivamente del escenario y emprende la huida junto a sus padres y su hija desde su ciudad, Dnipro, hasta Salamanca. Por delante más de 4.000 kilómetros de coche, con solo tres maletas, y el dolor en el alma al asumir que tienes que dejar, sin mirar atrás, esa gran ciudad europea, moderna, tu casa, porque empiezan a caer bombas sobre tu cabeza.

Pusieron rumbo a lo desconocido, sin destino. Durante cuatro días Alim y Valentina, Palaya y su hija, Alisa, y su gata, Chudo, que casi de manera premonitoria se traduce como 'milagro' en ucraniano, viajaron hasta la frontera ucraniana. Se encontraban con atascos interminables, las carreteras colapsadas, parados durante horas. Y cuando llegaba la noche dormían en el suelo de algún gimnasio o escuela que encontraban por el camino. Así llegaron hasta Polonia, donde se sentían algo más a salvo pero la situación seguía siendo complicada.

Una noche encontraron alojamiento en un club nocturno donde ya había otros refugiados. La depresión, la desesperación, la incertidumbre y el cansancio se apoderaban de la familia. Pero ella decidió que no podían rendirse y localizó en internet una comunidad de familias europeas que ofrecían su ayuda. Palaya envió la solicitud y la respuesta fue masiva. Decenas de ofertas, de varios países, llegaron a su teléfono. Había luz… y destino. Javier y María, una joven pareja española, serían sus «ángeles en la tierra», como los llama ella. Doce días después de abandonar su casa llegaron a Salamanca y se han asentado en Santa Marta. A pesar de las dificultades Palaya decidió que la música, como lenguaje universal, iba a ser de gran ayuda y comenzó a componer nuevos temas, como 'Goodbye', que lo interpretó de manera magistral en el cumpleaños de Cáritas.

También cantó el 'himno de la Alegría', en perfecto castellano. Y sin haberlo preparado le pedí que también cantara el 'cumpleaños feliz', que con un talento envidiable, un año y medio después de salir de su casa, supo hacer también en castellano, demostrando su capacidad para aprender un idioma en tiempo récord. Alisa, la niña que ha tenido que sufrir ya el horror de una guerra con solo 14 años se ha adaptado perfectamente a su nuevo colegio, a sus compañeros gracias a la ayuda de sus profesores. Más difícil está resultando para los padres de Palaya. Valentina y Alim están jubilados, les está costando más lo del nuevo idioma pero ponen gran interés. Y aunque echan de menos su tierra se han acostumbrado estupendamente al sol de España, a nuestros horarios y a nuestra gastronomía… y sobre todo a la hospitalidad y el cariño de los salmantinos.

Palaya nos ha recordado la fortuna de vivir en un país fuerte y en paz. El valor de la estabilidad territorial. Y la capacidad para no decaer nunca. Aunque tengas que meter tu vida en tres maletas y abandonarlo todo, tu talento y tu capacidad de esfuerzo siempre viajarán contigo. Y así Palaya forma parte de la Big Band de la Universidad de Salamanca, ha sido finalista del IV Concurso de Solistas de Salamanca y está componiendo temas para un futuro disco. Entre ellos «Glory», donde la letra dice que «no me digas que soy una soñadora loca».

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