El personal está muy quemado. Con la que está cayendo no es de extrañar que a mucha gente la situación actual en este país se le haga cuesta arriba. El que firma estas líneas, como millones de españoles, está hasta el gorro, pero aguanta estoicamente hasta que venga el viento a favor para salir de este bache. Pero una cosa es que los resignados y pacientes aguantemos carros y carretas y otra cosa es que se rían en nuestra cara. Me puedo hacer el tonto yo por decisión propia, pero que me intenten tomar el pelo ya es otra cosa.
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Esto es lo que sucede con la banda de personajes que nos gobiernan. Pues no va la vicepresidenta del Gobierno, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y denuncia esta semana en una entrevista que ha vivido situaciones machistas como la que sufrió en el Congreso de los Diputados en la que un periodista le dijo que «cada vez» estaba «más guapa». Increíble. Es decir, está incandescente todavía el tema de José Luis Ábalos y la nómina de empresas públicas que cobraba su joven acompañante por no hacer nada y sin que sepamos a cambio de qué, pero a ella le han dicho guapa en las inmediaciones del Congreso de los Diputados.
Está también la herida muy abierta que han dejado Íñigo Errejón o Juan Carlos Monedero, con silencios traidores de las feministas de pega como es ella, pero no importa lo que han sufrido esas mujeres a manos de estos dos hipócritas y con cara de cemento, sino que lo fundamental es que han alagado a Yolanda Díaz.
En esta línea también dijo que lo que sufren las mujeres «va de violación de derechos fundamentales y de los derechos humanos». Venga, que está en racha la ministra de Trabajo y de las ocurrencias. Vivimos pendientes en España de unos herederos de la banda terrorista ETA que se pasaron por el arco del triunfo los derechos humanos y que Yolanda Díaz y Pedro Sánchez les ríen las gracias para seguir en la poltrona, pero lo más importante en esta semana es que a ella un periodista le ha dicho 'guapa'.
A Yolanda Díaz le preocupa mucho que la llamaran 'guapa', pero si no me equivoco en el listado de las 100 primeras preocupaciones de los españoles está el precio de la vivienda, los escándalos del Gobierno del que ella forma parte activa, la inmigración, la diferencia abismal entre el crecimiento de los salarios y el aumento del coste de la vida, el desempleo y demás cuestiones que son problemas triviales en comparación con el piropazo que se llevó el otro día.
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A esto es a lo que me refiero con que no nos tomen por imbéciles. Las matemáticas más macabras con independentistas y herederos de ETA les dan el Gobierno y el resto nos aguantamos, pero que no nos traten como si fuéramos tontos marcando una agenda política en la que se hablan de tonterías y banalidades que nos alejan de los problemas reales de nuestra sociedad, mientras que ellos ganan tiempo para seguir atrincherándose en un Gobierno que no representa a nadie, pero que no hay manera de tumbar en las urnas.
Que nos dejen en paz. Que dejen de marearnos. Democracia es aguantar si no tienes los votos, pero no es que nos intenten vender una realidad paralela que no se cree nadie y que ya aburre a las ovejas. Además, los piropos son gratis y si se hacen con arte y respeto son agradables. Y creo que algunos halagos tendremos que hacer si queremos que la especie siga adelante y nazcan trabajadores que le paguen el sueldo a la 'guapa' de Yolanda Díaz.
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