Pulgares hacia abajo

Tener razón es una sensación extraña. Por un lado, te reconfortas contigo mismo, algo que de vez en cuando no viene nada mal, pero por el otro te deja una sensación de que hay personas tan previsibles que ya sabes cuál va a ser su próximo movimiento y eso quita un poco de gracia al asunto. En noviembre escribí un artículo sobre la DANA y todo el disparate político que se estaba viviendo. «Cómo no será la situación de desconcertante que me da la impresión de que el que más está currando es el ministro de Transportes Óscar Puente», escribí en este mismo espacio meses atrás, aunque también añadí que poco tardará en salirse de su cometido para abrir la boca y que suba el pan. En este caso ha sido contra LA GACETA. Óscar Puente presentó el viernes en su perfil de 'X', antes conocido como Twitter (hasta cuando tendremos que especificar esto), una colección de recortes de este diario. En concreto de esta página de opinión, donde también hay una sección de protagonistas en la que se aplaude con un dedo hacia arriba o se pita con uno para abajo.

El pobre ministro se quejaba de que le habían caído un montón de dedos para abajo en señal de que algo no había hecho bien. La cosa es que creo que no ha entendido muy bien la razón de ser de esa sección del periódico, donde cada día hay personajes relevantes que hacen cosas bien y cosas mal. Es además muy visual con el juego de los dedos para arriba en señal de aprobación y hacia abajo como desaprobación.

El aplauso se otorga a personas que han sido útiles o han contribuido al bien común ese día. Le pongo ejemplos como avanzar en una terapia contra el cáncer, hacer una operación con una técnica pionera de cirugía que mejora la calidad de vida de las personas, ganar un partido de fútbol con nuestros equipos salmantinos, levantar un título como nos tiene acostumbrados Perfumerías Avenida en las dos últimas décadas en el baloncesto femenino… Por todo esto usted se puede llevar un reconocimiento.

Eso sí, por el contrario, el reproche llega cuando, por ejemplo, alguien con sus decisiones comete una afrenta contra los salmantinos, es decir nuestros lectores. Y si durante los últimos meses, que es cuando usted cita en su 'estudio' sobre LA GACETA, el ministerio que usted lidera ha hecho una gestión nefasta, pues lo tendremos que denunciar. Todo lo relacionado con usted, su ministerio y Salamanca se transforma en trenes que se retrasan por infinidad de averías, pocas frecuencias y ninguneo sistemático con respecto a otras capitales de provincia. Ya que ha tirado de una colección de sus dedos hacia abajo durante su estancia en el Ministerio de Transportes y ha dedicado un tiempo valioso, podría haber acompañado cada pulgar hacia abajo con la información que lo sustenta. Le refresco la memoria. «Óscar Puente retoma el mapa de líneas de autobús que aísla aún más a Salamanca», «Puente se escuda ahora en la obra de Chamartín para no poner más Alvias», «El triple de viajeros en los trenes a Madrid que antes de la pandemia mientras el Gobierno alega falta de demanda»…

Su ataque del otro día hacia este periódico puede ser una reacción hasta humana, aunque muy desacertada. Le digo que le puedo llegar a comprender, ya que con la que le está cayendo al Gobierno, con escándalo tras escándalo a cual peor, no es de extrañar que opte por abrir fuego contra todos y así desvía la atención. Cuenta la leyenda que Valdano en el banquillo del Madrid acababa de perder contra el Barcelona de Cruyff. Al ir a saludarle al final del partido, el holandés le dijo que entrara en la rueda de prensa y que cargara contra todos los de su club y así no hablarían de su derrota. Y siga leyendo LA GACETA, le vendrá muy bien.