En este país cualquiera puede ser alguien. Esto antes no pasaba, pero de los 90 hasta ahora la sociedad ha evolucionado de tal manera que uno, con la formación equivalente a leer una caja de cereales o con la inteligencia justa para pasar el día, puede dar el salto a la fama. Por ejemplo, antes para ser famoso o reconocido en España había que tener un mínimo de caché y salir en la revista 'Hola'. Ahora, con los programas Gran Hermano, Supervivientes y demás el nivel de famoseo ha caído a límites insospechados. Qué tristeza como país. Hemos pasado de estar enganchados a lo que hacían Isabel Preysler y Julio Iglesias a los cuernos que se ponen en la Isla de las Tentaciones. La decadencia de una sociedad se mide en quiénes son sus famosos y nosotros hemos tocado fondo a base de chonis y cachas de gimnasio que para tatuarse frases en su cuerpo primero tienen que buscar en Google como se escriben.
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Este decrépito también ha llegado a la política. Ahora, el menos pintado monta un partido político con unos colegas para ligar y casi acaban gobernando en este país. Sí, hablo de Podemos, también conocido como 'Liguemos', por no decir otra barbaridad. Me debo a esta cabecera centenaria y referente periodística, que si no utilizaría palabras más directas para referirme a semejante banda de cuatreros de First Dates de izquierdas como son Errejón y Monedero.
Nos tenemos que hacer muchas preguntas como sociedad. ¿Cómo han llegado estos personajes a ser referentes para alguien en este país?¿Cómo estuvieron tan cerca de llevar las riendas de España?¿Qué hemos hecho mal como pueblo para acabar así? La respuesta, evidentemente, será multifactorial, pero tenemos que reflexionar de verdad sobre este asunto. Lo de Juan Carlos de Monedero es el claro ejemplo de la decadencia política. El típico progre con sus gafitas de intelectual que no tenía más pretensiones que cambiar el mundo con sus políticas de izquierda. Ahora, está en un torbellino de supuestas acusaciones de actitudes reprochables con mujeres, vamos de dejarlo de momento así hasta que llegue algún juez y le ponga apellidos a sus hechos.
Pero, ¿no era Podemos el espacio seguro para las mujeres? Han hecho muchas fechorías esta panda de descerebrados, pero una de ellas es cargarse por completo el movimiento feminista en España. Lo han pervertido y prostituido para convertirlo en su chiringuito. El daño que han causado a mujeres que sí han sufrido los estragos del machismo es incalculable e irreparable. Mucho lenguaje inclusivo y heteropatriarcado, pero en realidad eran lobos con piel de cordero. Y las mujeres de este país pensando en 'líbrame de los mansos, que de los bravos ya me libro yo'.
La superioridad moral de la izquierda sale más que dañada con los desmanes de los leninistas de Hacendado a los que se les ha caído la careta. No hay que olvidar que Monedero, Errejón, Iglesias, Belarra o Montero se han paseado por televisiones durante años diciéndonos lo que estaba bien y lo que no había que hacer. Como dirigentes de la policía moral de este país machacaban a los que no pensaban como ellos, pero con el tiempo se está viendo que se la han metido doblada a un electorado que se abrazó a ellos como si fueran unos telepredicadores de un pueblo perdido de Estados Unidos.
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Por lo menos ya sabemos que Monedero no llega ni a calderilla ética. Independientemente de las ideas de cada uno, hagamos un pacto todos los españoles para que esta calaña no llegue a nuestra esfera política y dejemos de ser un país en el que nuestros famosos y políticos no den la talla. Monedero, no queremos más imágenes tuyas.
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