Detector de imbéciles

Es urgente. De esta semana no puede pasar. Hay que poner en los accesos a la Plaza Mayor detectores de imbéciles. Alguno se opondrá y es que hay gente para todo, hasta para defender al cafre medio. Pido este mínimo de sentido común para entrar en el monumento por antonomasia de Salamanca para evitar que haya más actos vandálicos como el de este fin de semana. Durante la madrugada de este domingo, un grupo de jóvenes ha sido identificado por la Policía Local de Salamanca tras dañar la flauta travesera de la escultura de Xu Hongfei que se encuentra en el ágora salmantino con motivo de los actos del año nuevo chino. Entiendo que la inversión de los arcos que detecten al salvaje no será barata, pero es de suma necesidad instalarlos ya. Con la Inteligencia Artificial ahora todo es posible...

Este fin de semana ha sido la flauta travesera, pero es que semanas atrás fue la lengua de la serpiente en esta misma escultura de Xu Hongfei. No lo entiendo. ¿Qué gracia tiene hacer eso? Uno ha estudiado en Salamanca y ha cruzado muchas noches por la Plaza Mayor camino de casa más que 'contento' y se me pasarían por la mente mil cosas absurdas, pero no romper una escultura de ese tipo. Como cocinero antes que fraile, no me entra en la cabeza.

Pero no es que la juventud tenga nada contra el arte chino, ya que en Navidad era ya habitual que intentaran entrar en el árbol de Navidad gigante de la Plaza Mayor o que destrozaran parte de atrezo que había en la plaza de Anaya. Y si se hace un repaso de años anteriores, todo motivo escultórico o expresión artística que sobresalga en las calles del centro de Salamanca ha sido motivo de ataques de esta panda de vándalos con copas de más y muy poca vergüenza. Desde la voz de la experiencia, uno tiene que saber irse a casa y hacerlo con un mínimo de decoro. En la etapa universitaria siempre hay otra oportunidad de volver a salir, aunque sea a las pocas horas.

¿Solución? Imponer unas sanciones muy duras para los infractores para que se piensen dos veces el hacer el cabra cuando salgan por la noche. Pero, en este sentido, el problema se centra en que en la mayoría de los casos, los infractores no asumen esas multas, sino que acaban llegando a casa de los padres en forma de receta ante la tontuna de su hijo, el que estudia en Salamanca. Los infractores de estos ataques a la escultura se enfrentan a duras sanciones económicas de hasta 3.000 euros en el caso de que los actos sean calificados como muy graves.

Durante la pandemia, hubo un sinfín de multas por saltarse el toque de queda o estar más personas de las permitidas en pisos de estudiantes. La Policía Local ponía las denuncias a los infractores y la única preocupación de estos era si llegarían a sus casas las 'recetas'. Incluso, se personaban en la comisaría para preguntar cómo funciona aquello de las multas y si sus padres se iban a enterar. Es para enfadarse con la historia que los primeros años de carrera te toque una pandemia mundial y no te dejen disfrutar de esas fiestas universitarias, pero eso no te exime de que cumplas la ley.

Me encanta el ambiente universitario que tiene Salamanca con su bullicio estudiantil, con sus disfraces, con sus fiestas, con su fin de año universitario... pero lo que no tolero es que se haga el bárbaro con la excusa de la juventud, ya que hay miles de jóvenes modélicos que salen, se lo pasan bien y no destrozan nada. Siempre pagan justos por pecadores. Poneos las pilas que sois la generación más preparada de la historia... O eso se está diciendo constantemente.