Feministas de subvención / mercenarias del régimen
Jueves, 11 de marzo 2021, 04:00
Secciones
Destacamos
Jueves, 11 de marzo 2021, 04:00
SI yo dijera que a las niñas, nada más nacer, habría que eviscerarles los ovarios y que ojalá a Carmen Calvo le entrase un buen ... tumor, ¿qué pensarían de mí? Pensarían que soy un desecho humano. Y tendrían toda la razón.
Pues el año pasado una profesora -concejala del PSOE en Canarias- argumentaba en su clase que habría que castrar a todos los niños varones y, hace sólo dos semanas, el despreciable Máximo Pradera opinaba que era una pena que no le tocase un cáncer a la diputada de VOX Macarena Olona.
Ha pasado el tiempo y aún no he visto a ninguna asociación misandriana hacer campaña contra estas barbaridades. Es curioso porque, ahora que recuerdo, tampoco vi que las feministas montasen un cirio cuando Iglesias mandó callar a Irene tapándole la boca; ni cuando dijo que a Mariló Montero la azotaría hasta sangrar o cuando le devolvió a Dina una tarjeta de memoria quemada.
Ningún perro muerde la mano que le da de comer y el Ministerio de Igual-dá maneja pienso alimenticio por valor de 471 millones.
Entonces, ¿para qué sirven las mal llamadas feministas? -Es más; ¿para qué sirve un feminismo que no acepta a mujeres transexuales?-. Sirven, por ejemplo, para que los medios nos bombardeasen con fotos de La Manada o del Arandina hasta que los vimos en los posos del café. Con el tema de los violadores es descarado. Cuando el/los agresores son inmigrantes africanos se utilizan palabras indeterminadas como “un grupo” u “hombre/s”. Pero, ¡uy cuando el agresor es blanco, heterosexual y español!, entonces nos cuentan hasta qué cenó.
Tampoco he visto a ninguna feminista pidiendo cárcel para Rosario Porto cuando mató a su hija, ni para Julia Quezada cuando asesinó al hijo de su pareja. Pero sí las he visto protestando contra el único grupo político que pide cadena perpetua para violadores o asesinos -y asesinas-. (¿Ven la mano que azuza el avispero?).
Su grito de ni una menos no incluye a los más de 100000 niños -y niñas- abortados cada año en España. Esto no es libertad para decidir; es un maldito y sistemático genocidio.
Este lunes ha sido el Día Internacional de la Mujer, y me alegro por todas ustedes. Admiro a todas las mujeres que se levantan cada día y que, sin esperar ningún sueldo ni remuneración más que un cheque en blanco de sincero amor, cuidan de sus hijos y de sus familias; felicito a todas aquellas profesionales que por méritos propios, sin agradecer nada a nadie más que a sí mismas, han logrado prosperar. Ustedes ni lo piden ni lo necesitan, pero tienen mi más incondicional respeto.
Pero no me digan que aplauda a una ciudadana del país Esperpento que semidesnuda, mordiendo un tampón ensangrentado y gritando en mitad de la calle, pide respeto mientras chupa de la teta del Estado.
Por ahí no paso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Jairo Junciel. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.