Farmacias (y 2)

El número 9 de la Plaza pasa a ser, el 13 de setiembre de 1896, la farmacia y laboratorio de Jerónimo Juan Gualberto José María Ortiz de Urbina y Olasagasti, como consecuencia de la adquisición de la farmacia de Angel Ruiz Piñuela. En su inauguración ostentaba el número 9 en la magnífica fachada de madera en estilo modernista que conserva en la actualidad. La farmacia de Urbina, a lo largo de su dilatada existencia se ha transmitido de generación en generación. Al patriarca Jerónimo Ortiz de Urbina, casado con Ana, hija de Juan Casimiro Mirat y Mercedes Domínguez, le sustituyó su hijo, Juan Ortiz de Urbina Mirat, casado con María Lourdes Calvo Iscar, fallecido el 16 de abril de 1967. Pasó la farmacia a su hijo, Manuel Ortiz de Urbina Calvo y en la actualidad la farmacia es regentada por su hijo, también llamado Manuel, Ortiz de Urbina Sandomingo. En la presentación interior y exterior de la farmacia se ha sabido respetar el bello patrón decorativo de su fundación. Antes de 1902 ya existe la farmacia del Arrabal del Puente número 2, a la salida del puente romano de Heliodoro Díez Solano y en 1903 construye una nueva farmacia y la vivienda el arquitecto Cecilio González Domingo, que todavía se mantiene en pie, instalando en 1929 otro despacho enfrente, cruzando la carretera.

La farmacia de Gimeno en la calle de Toro, cierra en 1897 y la de Tapia denominada de “San Juan de Sahagún” en Toro 62, ejercía en 1895. La de Felipe Alaya estuvo en la plazuela de san Julián, 5 y 7, antes de 1911. Pedro Sánchez Bustos tuvo la farmacia en Concejo 9, esquina a la plazuela de la Libertad y se casó con Antonia Sanz González de la Huebra. En 1907 termina la carrera de farmacia Manuel García Sánchez y se instala en la calle de la Rúa número 53, esquina a Palominos. Sus padres fueron Andrés García y Adelfa Sánchez, también farmacéutica, pero que nunca ejerció. Delicado de salud traspasa la farmacia en 1929 a Rosalía García de Castro, casada con el farmacéutico Gregorio Rivas Méndez, con despacho en Espino de la Orbada, más tarde en Tejares y finalmente pasa a gestionar la farmacia de Salamanca, cerrada a principios de los ochenta. Rosalía fallece en 2008 a los 102 años.

Manuel Recio Sánchez, nacido en 1886, estudió la carrera de Farmacia en Santiago de Compostela licenciándose en 1911. Abre su primera farmacia en Toro 60, esquina a Corrales de Monroy el 12 de febrero de 1912 y a su fallecimiento el 15 de abril de 1955 se hacen cargo de las farmacias ya existentes sus hijos Luis, que marcha después a Sevilla y Juan Alberto, casado con Mercedes Flemminch Membribe, continuador de la empresa hasta su muerte el 5 de julio de 1982. El negocio engrandecido es pilotado hoy por los hijos de Juan Alberto: Javier, Ernesto, Julián Alberto, Miguel Angel y Jorge. En el primer cuarto del siglo XX existieron, además, las farmacias siguientes: Antonio Beltrán de Heredia, Ponciano Marcos del Teso, de las que desconozco ubicación, José Hortal Aparicio en Toro 81, Arturo de Dios en san Julián, Domingo Delgado en la calle de Zamora 38, Demetrio Mateos Tamames en esta calle, esquina a Juan Bravo y Carlos Paadin Estrella en Zamora 62. En 1931 abre, en Sánchez Ruano 6, su farmacia, Julia Guerra. En 1937 consta que había en Salamanca, laboratorios anejos a las farmacias de: Domingo Delgado, Pedro Sánchez Bustos, Manuel Prieto García y Manuel Recio Sánchez. En varias farmacias salmantinas existen valiosas colecciones de albarelos (vasijas destinadas a contener las sustancias para realizar las fórmulas magistrales, algunas de ellas con las materias originales) destacando la de cerámica francesa del siglo XVIII, pintada a mano que se conserva en la farmacia de Hoyos, junto al arco de San Pablo.