Expendedurías de tabaco

El número 22 de la Plaza Mayor, tras marchar “Los sastres ingleses” se reabrió en octubre de 1895. Solamente hacía 8 años que se había privatizado la gestión del monopolio de tabacos, ante la imposibilidad del Estado para modernizar las fábricas y las redes de distribución y hacer frente, al mismo tiempo, a los perjuicios que originaba el excesivo contrabando. Se inauguró el estanco de Juan Meca, que aunque se dice que venía de las covachuelas de la Lonja de la Cárcel, junto a la confitería de Benito Rodríguez Casquero, la realidad es que Juan Meca, inspector municipal, pasó a Inspector Jefe de Orden Público en 1885, cesando en el cargo en diciembre de 1897 y recibiendo la credencial de la expendeduría de tabacos nº 1 en agosto de 1898.

En julio de 1906 y por motivos de salud, Juan Meca lo deja a su pariente Moisés Romero García, que había tenido en Tamames la expendeduría de tabacos desde antes de 1898. A Moisés Romero, que en 1906 había cesado como Inspector del Timbre de la provincia le sustituyó en el estanco su hijo mayor Manuel Romero a finales de la primera década del siglo XX. Eran cuatro hermanos: Manuel, Saturnino, Aurea y Herminia, que es quien figura en 1920 como empresaria, despachando objetos de escritorio en el estanco.

En 1965 muere en Oviedo Jesús Sánchez Lombardía, esposo de Herminia Romero García, que ostenta el honor de ser la regidora de la expendeduría de tabacos número 1 de Salamanca, embellecida su fachada en 1956. Posee una bodega preparada, por su temperatura y humedad ambiente, para la más adecuada conservación de los cigarros habanos. Herminia Romero, que se había jubilado hacía tiempo y fallece con 83 años, a finales de 1988, es sustituida por su hijo José Sánchez Romero quien con el tiempo delega en Carlos Sánchez-Romero Vega, en el estanco que lleva el nombre comercial de “La boutique del fumador”. Ya en 1904 Prior, 2, (nº 8), Rúa, 15, (nº 6), Estafeta, san Pablo, de la Viuda del médico Martín del Arco y Toro, 102, (nº 4) regentado por Ignacio Barrera García. En 1905 abre otro en Serrano, 23, Lucía Sánchez que despachaba el papel timbrado en el interior del Gobierno Civil y en 1916 es regido por Francisca Sánchez de los Ríos. En 1906 toma posesión del de San Justo, 32, (nº 5) Matilde de Pouzols, viuda del exempleado de la Tabacalera señor Manjón. Gaudioso Ruiz, vicecónsul de Portugal, es nombrado expendedor de cigarros habanos en 1890 y ese año Laureano Mezquita tiene tienda de ultramarinos en el Paseo de Canalejas, al que con el tiempo se le concede estanco, que regentó su sobrina Celia Tomás Mezquita y pasó luego a su nieta Susana Díaz Rodríguez, trasladado a Gran Vía 14.

Se despachaban las siguientes marcas de tabaco habano: Angelitos, Angelicales, Bebés, Brevas, (Chicas, Cabañas, Estrella Fija y Cilindradas), Conchas, Entredías, Federales, Fosforitos, Londres, Londres Flor, Londres Prensado, Medias Regalías, Millar Corriente, Pilos, Princesas, Regalía de Londres y Británica, Regalía Portuguesa, Trabucos, Trabucos Flor y Superior, Yalaganes y Zarzuelas.

En el machón bajo el arco del Ayuntamiento, que se abrió para paso de viandantes, se aloja el estanco de Teresa Hernández Vaquero quien en el mes de mayo de 1907, ha solicitado del Ayuntamiento el terreno sobrante en el nicho de la pesa del reloj, para situar en él la expendeduría de tabacos, abonando 200 pesetas anuales. El estanco pasa luego a su hija Catalina el 29 de junio de 1907 y más tarde a Inés Rivas que muy anciana es ayudada por Manolita Recio. A principios de los sesenta se hace cargo Feliciano González, quien despacha además prensa y revistas. Finalmente es de Fidela González García. Desde 2017 se encuentra cerrado. En 1912 el de Encarnación López en San Pablo cerca de la Diputación y en junio otro de la Viuda de Caballero Noguerol en Caño Mamaron 10, duplicado.