Borrar

Nada es lo que era o lo que parecía. Como en “La fiesta del chivo”, de Mario Vargas Llosa, interpretada hace unas horas en ... el teatro Liceo por Juan Echanove en el primer fin de semana sin hostelería presencial. Ahí tenemos la Vuelta Ciclista a España, que ha pasado por Salamanca de ese modo que permite esta pandemia, tan diferente a la de otros tiempos, cuando Salamanca siempre ha vivido esta prueba con devoción desde antes incluso de Tamames, Cubino, Santi Blanco o Raúl Heras. La “Vuelta” era una fiesta en la Plaza Mayor, los hoteles de concentración, los restaurantes, los bares, que reunían aficionados ante el televisor, las calles por las que los ciclistas circulaban, a veces como uno más de los peatones, una fiesta para los chavales, que buscaban una gorra o un llavero de los equipos... Lo de este año parece que ha sido una actividad clandestina, salvo el espectacular paso por Candelario. Y qué espectáculo el paisaje otoñal salmantino.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Santiago Juanes. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Estamos de vuelta