El puerto del queso

El Colegio de Santa María de los Ángeles fue fundado en 1563, por don Jerónimo de Arce y Acebedo, maestrescuela de Segovia, en un edificio de la cuesta que luego llevó el nombre de los Ángeles, lindando con la calle de Hornillos, la calle de Empedrada, la plazuela de santo Domingo y las casas principales del llamado Puerto del Queso, cerca de la Cuesta de san Blas. En 1780, con las reformas de Carlos III se fusionaron Colegios y a éste se le adscribieron los de Monte Olivete, san Millán, santa Cruz de Cañizares y en 1789 el de la Concepción de teólogos. Se denominó Colegio Unido de santa María de los Ángeles y se ubicó en el edificio del de san Millán, en la calle de Libreros.

En otro lugar se dice que “El edificio del Colegio de los Ángeles estaba situado muy próximo al arroyo, cerca de los puentecillos del Puesto del Queso y de la Casa del Aire, junto a la calle de Hornillos, que se dirige a las Peñuelas de san Blas”.

El Puesto del Queso mencionado, que suponemos fuera un despacho, nos da la idea de que al establecerse la comunicación entre las dos orillas en sus proximidades, por medio de puentecillo, lo que no deja de ser un acceso o puerto, diera lugar a que hiciera fortuna la denominación topográfica de Puerto del Queso.

El citado puentecillo del Puesto del Queso permitía el paso sobre la esgueva, (que discurría desde la Coladilla de san Marcos, junto a la puerta de Zamora, siguiendo por la calle de la Alberca, Arroyo del Carmen, dando un rodeo por detrás del palacio de Monterrey, calle Ancha, Alberca de los Milagros, que es hoy la Vaguada de la Palma, para desembocar en el Tormes por la puerta de los Milagros), desde la calle Empedrada a la calle de Hornillos y a la perpendicular a ésta que era la Cuesta de los Ángeles.

La calle del Puerto del Queso ya existe para Gil González Dávila en su “Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca” de 1606 y aunque no detalle su situación, al citar también las de Hornillos, Empedrada, Peñuelas de san Blas y Arroyo de san Francisco, da una idea de dónde se encontraba. Se conserva la denominación hasta principios del siglo XIX.

El Colegio de los Irlandeses tuvo dos casas al Puerto del Queso que fueron vendidas en el siglo XVII por el Rector que era el padre Sherloch.

Se habla de una patrona de estudiantes, Manuela Puertas, que vivía en el sitio llamado el Puerto del Queso.

Amalio Huarte y Echenique en la revista “La Basílica Teresiana” nos cuenta que en el expediente que se abre en 1643 a unos estudiantes por hacer frente a las Rondas del Maestrescuela y del Corregidor, “sabedores las Rondas, al llegar al puentecillo de san Blas de que había estudiantes hacia el Colegio de los Ángeles, marcharon allá, la una, por la parte de arriba, por las Peñuelas, y la otra por la parte de abajo, por el Puerto del Queso”.

También narra con todo detalle las vicisitudes del testamento de Francisco Navarro, escribano de número, que en 11/05/1653 manda se entreguen 400 reales a su hermano, el religioso de san Bernardo, Agustín Navarro, manda que no cumplieron los testamentarios: El Comendador y el Sacristán de la Merced descalza. Tras amenazas de excomunión mayor tuvo que salir a subasta la casa que poseía al sitio del Puerto del Queso, adjudicada al licenciado Carlos de Lacera, capellán de la Catedral, por 1.000 reales. En la diligencia de toma de posesión se afirma: “estando en la calle Empedrada, junto a la de San Vicente, donde está la casa”.