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A finales del siglo XIX Salamanca era una ciudad sitiada por la mendicidad callejera. Más de 200 arrapiezos, muchas veces en pandilla, importunaban a los ... viandantes; las puertas de los cafés y cervecerías, de los estancos, de las pastelerías, de las tiendas y, por supuesto, de las iglesias, eran polo de atracción para toda clase de pordioseros en demanda de una limosna. Engrosaron el número de pedigüeños habituales las filas de soldados repatriados de las guerras coloniales a los que se añadía un numeroso núcleo de pobres desplazados de los pueblos y de las provincias limítrofes.

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lagacetadesalamanca El pobre del “Café Suizo”