Secciones
Destacamos
Este ojo que observa no puede por menos que compartir con ustedes unas reflexiones.
Bien es verdad que todo el personal del sistema sanitario de ... hospitales, centros de salud, ambulancias... desde médicos a limpiadores, han llevado y siguen llevando a cabo una labor encomiable. Demuestran cada día su profesionalidad, su solidaridad y por ello, la sociedad le ha dado un merecidísimo reconocimiento, pues han trabajado y trabajan en condiciones extremas. Aunque si bien están las medallas... no sólo de pan vive el hombre y necesitan más refuerzos, más medios y más apoyo económico.
Por otro lado, este ojo que observa, también se siente muy cercano al sector servicios de hotelería, restauración, bares y de ocio en general. Sector con una situación económica angustiosa y terrible, tanto para empresarios como para trabajadores, amén de lo que les queda aún por sufrir. Pero poco o mucho, están teniendo comprensión por parte de las autoridades al proponer los “ertes”, ampliándolos y al ser apoyados, con medidas locales y generales, para evitar que se nos hunda un sector que tanto ha aportado y esperemos que vuelva a aportar, a las economías locales y nacionales. Además cuentan con el apoyo mayoritario de la sociedad, que ve en ellos a los grandes damnificados de la pandemia.
Todo el sector de la educación también está haciendo una labor impagable, muy poco reconocida por cierto, para que no se paralice el aprendizaje de un país que necesita que las nuevas generaciones, estén más preparadas que nunca.
Pero el golpe más gordo en esta pandemia se lo está llevando el mundo rural y el sector primario. Antes de que toda esta situación diera la cara más negra en el marzo pasado, el sector estaba en pie de guerra. Hacía mucho tiempo que las calles no se veían inundadas de tractores y de gente que vive en y del medio rural. Desgraciadamente todo ese esfuerzo se lo ha tragado la pandemia y el sector se hunde. Ha sido un sector que no ha parado su actividad “nunca”, sus hombres y mujeres han seguido trabajando, incluso en el confinamiento total, para que nosotros siguiéramos teniendo pan, legumbres, fruta, carne... porque son ellos quienes lo producen, no los supermercados. Miren ustedes, ni un reconocimiento, porque para qué. Nuestro mundo rural ofrece el mejor exponente de una vida digna de vivir pero con los mismos medios, reconocimientos y ayudas que otros sectores económicos del país. Lo que ellos producen, en muchísimos casos, no cubre los costes de producción y no se puede ahogar más a un sector fundamental, que ya no puede ni con los zapatos. Si ellos paran... todos al carajo. Y luego... ¿qué?
Ah, por cierto, si dura es la nevada en la ciudad, imagínense en el campo, donde los tractores son las quitanieves y las charcas se hielan.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a María Eugenia Bueno Pastor. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.