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SOMOS un país de pandereta, bochornoso... Me duele España, sí... Me duele por el mordisco de la alimaña “sanchista” y se me pudren las neuronas ... y se me abrasa la rabia buscando cómo definir este estado de puro terrorismo político, que es lo que hacen los garrulos que nos gobiernan y los que tienen la obligación, más que nadie, de defendernos frente a tanto guerrillero ideológico como anda suelto: la oposición, el “mariconplejinismo” en estado puro que ahora representan Feijoo y sus “beodos” (¿o son Bendodos?). Como vengo repitiendo, y entiendo que es mi obligación advertirlo: no hay nadie al mando. Nadie. Y la desazón se ha apoderado de todos los ciudadanos buenos; se ha apoderado de una nación brillante pero cansada, limpia pero humillada, creativa pero encasquillada, rica pero saqueada. Y todo porque hemos dejado nuestros gobiernos no en manos de políticos, sino de proxenetas, de macarras que han asaltado los poderes colándose con sus mentiras por las fisuras de un sistema desgastado y laxo.
Si hubiera políticos de raza, valientes, comprometidos, capaces, los horribles tiempos que vivimos serían el escenario ideal para moverse, para trabajar, para sumar... Con el viento a favor es muy fácil avanzar, lucirse en la regata; lo complicado es hacerlo frente a la adversidad, poniendo músculo en la tormenta. No sé si alguna vez fue el tiempo de Feijóo, pero sí sé que ahora no lo es, pues no es época para más pusilánimes, para más palabritas del Niño Jesús, para más llamadas al diálogo, o para presumir de haber votado al PSOE como buen pijoprogre acomplejado... Y desde luego, no es época para bilingüismos cordiales y mucho menos para sembrar más dudas sobre la realidad de nuestra patria, porque estamos hartos de que una banda de mamelucos y sinvergüenzas pongan en tela de juicio el suelo que pisamos y la Historia que nos alumbra. Váyanse a la mierda, señorías y señoríos, y dejen paso a la honestidad, al esfuerzo y al conocimiento.
En resumen, seguimos asentados en la venta de humo y en el virus de la política actual, dejar pasar el tiempo, cuando hoy, y rescato de urgencia un viejo lema de Alianza Popular, “España, lo único importante”, sólo nos sirve una cosa: echar a Pedro Sánchez del poder y a toda la basura de la que se acompaña. Eso sí, que lo sepan, una vez extirpado el tumor Sánchez, la recuperación será larga, dura y dolorosa.
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