Secciones
Destacamos
Con el permiso de Iñigo Errejón, y con el de todos los políticos que han revalidado el título de segundo problema que más preocupa ... a los españoles, esta ha sido la semana de Miguel de Unamuno, protagonista de la película de Amenábar que este fin de semana se ha estrenado en toda España después del preestreno en el Liceo el jueves pasado con éxito de público, crítica y la elegante puesta en escena que requiere un acontecimiento de este perfil. Unamuno, don Miguel, sigue siendo interesante estos días, 155 años después de su nacimiento, precisamente hoy, día de San Miguel. Y esa actualidad de su actitud ante la vida y determinados hechos protagonizan la película, porque se echa de menos en estos tiempos. Es una película que habla de España, han dicho sus artífices y así es preciso verla. Unamuno es don Miguel por nacer en este día de San Miguel. Tocayo de Cervantes, que (estoy seguro) anduvo por Salamanca y la dejó bien situada en sus libros. Unamuno salió de Salamanca desterrado por Miguel Primo de Rivera, pero cómo volvió. A lo grande, mientras que al dictador le esperaba el basurero de la historia.
Tiene este Bestiario en negrita Migueles ilustres, como Miguel Armijo, médico, o su homólogo Miguel Barrueco, que tanto ha hecho por nuestros pulmones insistiendo en lo malo malísimo que es fumar. Aún recuerdo a Miguel Martín, “Miguelón”, de maja de Goya desnudo en el diván del Café Teatro, al que solo le faltaba un fumando espero. Genial. Lo es también la magia de nuestro Miguelillo, que ya es Miguel, mago, o la pintura de Miguel Elías, y la alquimia de Miguel Ángel Galán. Qué vacío ha dejado en el sindicalismo de la enseñanza la marcha de Miguel Grande y cuánto nos ha llenado algunas tardes el toreo de Miguel Ángel Perera o las interpretaciones a la guitarra del gran Miguel Ángel Núñez. Este Bestiario tiene aún presente aquel concierto en la Plaza Mayor de los ochenta de Miguel Ríos y los desmayos que produjo el de Miguel Bosé. Hay Migueles por todas las profesiones salmantinas. Tuvimos, incluso, un alcalde que se llamó Miguel Cruz Hernández, que lo fue entre 1958 y 1962, considerado “rojo” por su pasado republicano; tuvo cargos en la Transición y la Wikipedia nos recuerda que fue político, filósofo y arabista. Aquella Transición tuvo de actor local al mirobrigense Miguel Cid Cebrián, de una pasta diferente a la generalidad de los políticos de hoy. Podría seguir hasta llenar de Migueles –de nombre y apellido, como Jesús San Miguel—el espacio de hoy, aniversario de Unamuno en su semana, fecha de cita con la vendimia tradicional, de veranillo, día también del corazón, de visita obligada a San Miguel de Valero o Peñaranda, para llorar en este caso lo que se llevó el incendio de 1971, que no pudo evitar ni el Cristo de la Cama. La iglesia de hoy es en gran medida de Fernando Pulín, vigía también de nuestro casco histórico en aquellos años. San Miguel nos deja en las puertas de octubre, que este año nos depara emociones muy fuertes, incluida una nueva edición del Foro del Ibérico. Vienen días en los que será preciso recordar a don Miguel, su actitud y su pensamiento, y entre el cine y los libros que vienen podemos tenerlo fácil. Días en los que tendremos que agarrarnos a buenas noticias para no caer en la pesadumbre, como la de la concesión de la Espiga de Oro de la Seminci al paisano Antonio Hernández. De nuevo, el cine.
Y Felicidades a los Miguel, Rafael y Gabrieles, y a todos aquellos que se sientan aludidos en este Día del Corazón.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Santiago Juanes. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.