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Para sobrevivir, la mayoría de los conventos femeninos de Salamanca, tuvieron que recurrir a las más variadas labores que reportaran ingresos.

Siervas de San José. ... El más antiguo fue la excepción pues nació precisamente para enseñar a las niñas huérfanas y abandonadas y a las jóvenes sirvientas un oficio que las redimiera de la servidumbre y las convirtiera en laboriosas artesanas. Se trata de la Congregación de Siervas de san José, creada por la Madre Bonifacia (hoy la primera Santa salmantina, nacida en la calle de las Mazas). Fue su primer taller la casa de la Fundadora en la calle de Traviesa, pasando luego a Placentinos y más tarde a Libreros, al Colegio de Nuestra Señora de los Angeles en 1874, para finalmente tener su asiento en la Casa de santa Teresa en 1881.

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lagacetadesalamanca El comercio conventual