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Los quehaceres del campo jamás pueden demorarse o hacerse esperar y, los que viven y se ocupan del campo, lo comprenden y saben. Por más ... que vengan mal dadas. Por más que sea domingo o día de guardar. Por más que caigan chuzos de punta o que el cierzo cuartee las manos. Porque, en el campo, la tierra y los animales son insobornables a la pereza y al hambre.

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lagacetadesalamanca El colapso del campo