Borrar

El “bicho” existe, ha dicho esta semana Miguel Bosé, alumbrando de este modo a nuestros científicos, que estaban en un sin vivir por su ... ignorancia. Bosé, investido de autoridad académica, ha sacado a la luz lo que ninguno sospechábamos, que detrás de todo esto hay un “bicho”. Un mal bicho, si me lo permite, que es la categoría suprema de bicho. Están los niños trastos o simplemente bichos y los que son malos bichos, que no hay dios que aguante. La eternidad se consigue en la condición de bicho malo, porque los bichos malos nunca mueren. O tardan en morirse una eternidad y hay ejemplos históricos, igual que hay bichos que levantan admiración: cuando en una plaza de toros se dice eso de menudo bicho ha salido póngase en lo peor. En el fútbol, a Cristiano Ronaldo se le conoce como “El Bicho”, igual que algunos moteaban al crítico Alfonso Navalón con el mismo apodo, aunque sospecho que por razones diferentes, y todos recordamos bichos muy bichos a la hora de examinar. En lo alto del escalafón ya estaría el bicharraco, y más allá de la Bicha de Balazote apenas hay bichas y sí pécoras. Malas pécoras o “pecorinas”, que dice una amiga librera.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Santiago Juanes. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca El “bicho”