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“Estaba el carro atacado de bellacos y el gobernador de la bigornia en medio”, cuenta la pícara Justina en uno de los entretenidísimos episodios ... de la novela de López de Úbeda. Acababa de comenzar el siglo XVII, y “los de la bigornia” eran aquellas cuadrillas de pendencieros sin escrúpulos y gente irreverente, que se hacían temer allí por donde pasaban. Han transcurrido ya unos cuantos siglos desde entonces. Sin embargo, el tiempo no nos ha librado de golfos inmorales, capaces de cualquier cosa con tal de seguir montados en el carro; aunque hoy el carro se llame Falcon y tenga la forma de avión presidencial.

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lagacetadesalamanca Don Pedrogrullo y la bigornia gubernamental