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Ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad es un título al que tan solo han podido acceder 15 ciudades españolas que cuentan con un valor añadido ... en cuanto a historia, casco histórico y con el suficiente empaque patrimonial para merecerlo. Hace pocas fechas que se ha celebrado la Asamblea Anual en la que se ha realizado balance del primer semestre de este año, pero también la ruta de trabajo de cara al 2023, fecha en la que se va a celebrar el trigésimo aniversario. Carlos García Carbayo preside esta red de ciudades en un momento realmente importante.
Dos proyectos, el Plan Impulsa Patrimonio y la Plataforma de Turismo Inteligente, ambos dotados con varios millones de euros y el apoyo de la Unión Europea. Ahora le toca mover ficha al Gobierno Central que debe hacer llegar estos recursos para una iniciativa clave para estas ciudades y también, como no, para Salamanca. Este es el camino trazado para una ciudad que realmente necesita de este apoyo porque Salamanca, es Patrimonio, Cultura y Turismo en el mundo. Lo demuestra la rápida recuperación del turismo internacional que vuelve a Salamanca en este 2022. García Carbayo además de otras decisiones ha viajado en este mes a Méjico y Portugal dejando claro que Portugal puede ser nuestro mejor aliado y Méjico también a través de acuerdos que hagan posible la llegada de alumnos a nuestra ciudad.
Pero además queda mucho por hacer, por ejemplo, la uniformidad en la señalización para visitantes o aún más importante el soterramiento de cableados y la desaparición de antenas en el casco histórico. Todo sea para dejar una ciudad que siga siendo merecedora de ese importante título. Son ya muchos años en el intento y si ahora, el presidente de esta red de ciudades lo consigue, tendrá en su haber un importante título.
Y no dudo que lo hará porque García Carbayo es un luchador nato que, en estos tres años, incluidos los de pandemia, ha demostrado que la negociación y la concordia han sido sus señas de identidad sin palabras grandilocuentes, con buen humor y con ganas de trabajar. A nadie se le olvida que Salamanca fue la ciudad en llegar al acuerdo entre todos los grupos políticos para luchar contra la pandemia y en poner soluciones a gremios que se encontraban en el peor de sus momentos. Puede que alguien piense que no ha sido suficiente...y nunca es suficiente, vale la buena predisposición para que los salmantinos se vean arropados por su consistorio y para que ese camino iniciado llegue a buen puerto.
Salamanca, no es una ciudad industrial, es una ciudad de servicios que dan trabajo y que deben ser atendidos. Hostelería, Comercio y Educación son claves para que sigamos adelante y créanme tenemos a los mejores profesionales para conseguirlo. Pronto se inaugurará el Centro Internacional del Español con el aval de la Universidad de Salamanca y espero que sea un antes y un después.
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