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Debemos preocuparnos de que la despoblación convierta a la provincia en un territorio de macro granjas de cerdos? Cerdos que dejarían aquí sus purines mientras ... sus carnes alimentan a otras comunidades e incluso países, como China. Personalmente estoy preocupado y después de ver lo ocurrido en San Pedro de Rozados, más. Una instalación así requiere de estudios y controles rigurosos. Incluso de un referéndum vecinal para no dejar el asunto en manos exclusivas de los políticos, teniendo en cuenta que la contaminación de una macro granja de cerdos puede ir más allá del propio municipio que la acoja. También la decisión del Ayuntamiento de León de romper con Castilla y León y meter en el saco de la ruptura a Zamora y Salamanca se nos debiera consultar por alusiones. Hubo un momento histórico en el que el Reino de León incluía a Asturias y Galicia y llegaba, en efecto, hasta el norte de Cáceres que era la “extrema dura”, y quizá los leonesistas de hoy aspiren al renacimiento que aquel reino, como Torra anda todo el día con los países catalanes dando la matraca. Suena a inocentada si no fuese porque la decisión leonesa se tomó en la víspera, aunque podría haber dejado para ayer el “derecho a decidir” de los leoneses, el “Valladolid nos roba” y el grito de “Mañueco, siéntate y habla”, en inglés y en leonés, que aún hablan vecinos de Peñaparda o Navasfrías. Los que tenemos todavía algo de memoria recordamos aquel Instituto Regional Castellano y Leonés y a José Luis Martín, profesor de Historia y más tarde gobernador civil, pero también a César Pontvianne, cuyo hijo preside hoy la Empresa Familiar en la Comunidad, a Fernando Galán o Enrique Rivero, padre del Rector, Ricardo Rivero, profesores universitarios, como Martín, incluso a “Chencho”, Inocencio García Velasco, “Epi”, o sea, Epifanio García, o el propio “Pepe” Castro Rabadán. “Montellano”, colegio mayor de las Jesuitinas, acogió la presentación de aquel Instituto, que llenó de pegatinas regionalismo la ciudad en aquellos días, y terminó sus días como el rosario de la aurora. El leonesismo llegaría más tarde y acaba de conseguir en el Ayuntamiento de León, con la ayuda de PSOE y Podemos, su principal victoria y ahora vamos a ver el recorrido que tiene.
Resulta inevitable intentar averiguar qué pensaría de todo esto Miguel de Unamuno a estas alturas de un año en el que tanto protagonismo ha tenido de la mano de Alejandro Amenábar y su película “Mientras dure la guerra”. Ha sido un año intensamente unamuniano, también por los libros del matrimonio Rabaté y Severiano Delgado, en el que, con frecuencia, nos hemos fijado demasiado en el incidente del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo y poco o nada en todo lo demás de don Miguel, muy dado a la duda, a afirmar esto y lo contrario, o a la paradoja, pero no tengo duda de que hubiese dicho algo, y con tal vehemencia que habría sido muy difícil llevarle la contraria. Hasta el propio presidente del Gobierno (en eternas funciones), Pedro Sánchez, quiso su cuota de protagonismo unamuniano y visitó la Casa Museo sin que ello, al parecer, le infundiese algún conocimiento especial para su trabajo. Una Casa Museo de moda, por los datos manejados por su directora, Ana Chaguaceda. Una “Horca” como la de Valdecarros hubiese puesto en su picota esa decisión leonesa, que busca, sospecho, un centralismo leonés, y el “Perrero” de Nava de Francia tiene este último día del año mucho trabajo para su vara. Toca correr huyendo de él como si de una “San Silvestre” se tratase.
Ya dije que 2020, por tener los mismos números que 2002, será un buen año, pero se lo deseo personalmente.
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