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Nos visita Pedro Sánchez. Regresa de nuevo después de aquella estancia en la que inauguró el encuentro de emprendedores “Start up Olé” y protagonizó ... un acto público en un abarrotado Liceo, donde se notaba la euforia de un socialismo local que presentía su victoria electoral tras años de “depre”. La intuición se aproximó bastante a la realidad, aunque ya hemos visto que no ha servido para mucho: seguimos sin gobierno, pendiente de otras elecciones, y con los candidatos de gira en medio de un follón monumental para el que no hay solución, por ahora; lo único que de momento se puede hacer es restaurar la convivencia en Cataluña y después ponerse a hablar. Pero antes hay que superar los delirios de algunos. Un lío de grandes proporciones que, de momento, ha eclipsado todo lo demás, y cuando digo todo lo demás me refiero a lo nuestro. Oiga, presidente, ¿qué hay de lo nuestro?. Porque no ha vuelto a decir nada de la España vaciada y vacía, que se sigue vaciando; ni de las oportunidades para los jóvenes ni de las pensiones de los mayores, por ejemplo, que siguen emigrando y continúan llegando malamente a fin de mes, si llegan, respectivamente. Y esto para empezar. Hable también de lo nuestro durante el paseo por Salamanca o en la Casa Museo Unamuno, destino obligado tras el millón de espectadores de la película y la recuperación de un mito, que hizo de la duda virtud.

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lagacetadesalamanca Delirios y pesadillas