Borrar

aA culpa la tengo por madrugar y empezar rezando “la plegaria del hombre contemporáneo”, que es como alguien que no voy a buscar, llamó a ... la lectura del diario, en este caso LA GACETA. En su primera, me llamó la atención el proyecto municipal para recuperar a los cernícalos. Pero ¿no tenemos ya bastantes cernícalos?, me pregunté. Ignorantes, rudos, zopencos, zafios, hay para dar y regalar. Muchos se sientan en alguno de los numerosos hemiciclos de las Españas. ¿Acaso lo que el municipio quiere es recuperar a los que en la Salamanca nocturna se cogen una buena moña, un cernícalo, según otra acepción del DRAE? Tampoco. El diario se refería a los cernícalos primilla, cuya población ha descendido, y se trata de hacerles cajas-nido para que regresen, porque comen insectos, dieta que no se si les autorizará el ministro Garzón, el vegetariano, y la madre que lo parió. Entonces me dije, ¡pero si los cernícalos son aves de rapiña!, y resulta que de esas también hemos poblado los gobiernos, administraciones y chiringuitos patrios, que al clamor de “a mí que me pongan donde lo hayga”, saquean las arcas públicas - y hasta las de los parados -, con total impunidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Alberto Estella. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca De altos vuelos