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AUNQUE el monumento a Colón se inauguró en 1893, continuó funcionando al lado el “Salón Artístico Salmantino” hasta 1899 y al año siguiente nació una ... sociedad de recreo con idéntico nombre en la Cuesta del Carmen, 1, en la que, aparte de otras actividades, se dieron bailes hasta 1902.
En el número 3 de la Cuesta edifica el arquitecto Carlos Grasset y Echevarría, para el médico oftalmólogo don Cayo Alvarado, el “Teatro Moderno”, más conocido como “La bombonera de don Cayo”. Dan comienzo las obras en 1908 y se inaugura el 10 de abril de 1909. En 1956 lo adquiere Elpidio Sánchez Marcos para sala de reestrenos y en 1965 se derriba para construcción de viviendas.
En 1921 se instala el salón de baile “La Gruta del Amor” en el callejón del teatro Moderno, con pavimento encerado, animación por piano manubrio y después con la actuación de la “Orquestina Iris”.
El 5 de setiembre de 1932 se celebra un animado baile ofrecido por Irma Pérez, “Miss Prensa”, a las modistillas, sus compañeras de oficio.
Dice Unamuno en 1935: “Tras de mi celda, dos corralitos suburbanos con sus parras, sus arbolitos –ropa blanca tendida al sol– y gallos picoteando en sus empedrados, la separan de un pobre edificio de solo piso bajo donde está instalado un salón de baile popular. Su nombre “La Gruta del Amor”. En el baile, obrerillos, estudiantillos, horteras, costurerillas, mecanógrafas, criadas de servicio...”. Era gerente Cruz Andrés Hernández, al mismo tiempo que llevaba el más célebre salón de baile salmantino “El Estambul”, situado en la otra esquina de la Cuesta. Desaparece con el estallido de la Guerra Civil.
En el número 7 de la Cuesta y el 20 de Bordadores, nace a primeros de marzo de 1927 otro salón de baile “El Alhambra”, paredaño a “La Gruta del Amor”, de vida efímera, pues desaparece en 1934.
El “Salón Estambul” hace esquina, extendiéndose por la cuesta del Carmen, Bordadores y Peña Primera, inaugurándose a finales de 1932. De él se decía: “Si no vas al Estambul / a pasar una hora grata, / o no tienes corazón / o será de hoja de lata”.
Su amplio salón sirvió para la celebración de combates de boxeo, dando amparo a un plantel que habían comenzado en el Boxing Club con figuras como Domingo Garrido “Zapa”, el limpiabotas Isidoro Caballero, “Fatty”, el bejarano Agero, “Los Churreros”, el pescadero Santos Burrieza, Celestino García, “Chaliyo”, Valeriano Jiménez o Fabián Vicente del Valle, vencedor en el “Cinturón de Madrid” y abanderado en los Juegos Olímpicos de 1948. Durante la guerra, requisado deja de ser baile y se convierte en residencia de la Legión Cóndor alemana y luego en sede de la falangista Organización Juvenil Española.
Junto al Estambul, hacia arriba, una tapia de encalado muro y artística puerta de hierro daba paso a un frondoso jardín que se destino a cobijar el “Jardín Cinema”, cine al aire libre el día 18 junio de 1933, con la proyección de la película, “Una canción, un beso, una mujer”, interpretada por Marta Eggerth y Gustav Froelich, bajo la dirección de Geza von Bolbar en 1932. Layl fue la empresa contratista, que llevaba también el cine Coliseum y tres días después acondicionó el piso para pista de baile, amenizado por la orquesta Derby. Del servicio de mesas se encargó el café Astoria de la Plaza Mayor. Finalizó la temporada el 19 de setiembre con la película “La Insaciable” de Carole Lombard y la orquesta Blanes, actuando el cuarteto Las Heras y Maruja Morera.
El verano de 1934 abre de nuevo el 15 de junio con “La Vampiresas 1933”, de Varren William y Ginger Rogers, finalizando el 21 de agosto. En 1935 abre desde el 16 de junio hasta el día 1 de setiembre. En 1936 funcionó normalmente hasta el día 19 de julio, declaración de guerra ese día en Salamanca y proyecta “La vestida de rojo” de Bárbara Stanwyck.
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