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El silencio se ha vuelto a adueñar de Salamanca como en aquellos funestos días de marzo. Si de algo está sirviendo el confinamiento perimetral, al que nos tiene sometidos la Junta de Castilla y León desde este sábado, es para ensombrecer nuestros aletargados rostros, para ... que bajemos de nuevo la cabeza al cruzarnos con alguien mientras paseamos, para inundarnos de incertidumbre y aturdimiento.

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lagacetadesalamanca Contra el pesimismo