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De todas las conspiraciones que se han inventado estos días, la que particularmente me parece más fiable es esta que acabo de soñar esta noche ... y que si me lo permiten, paso a relatarles por si quisieran propagarla por las redes sociales y soliviantar un poco al personal adicto al género.
Una de las más inteligentes civilizaciones que nos observan desde el espacio exterior, contemplando lo torpes e inútiles que somos a la hora de cuidar el planeta que nos asignaron, ha empezado a jugar con nosotros a un terrible y macabro juego de telerrealidad.
Ya en su día habían realizado algún peligroso experimento a manera de aviso intentando hacernos reflexionar. Así manipularon la mente de millones de estadounidenses para colocar al frente de la nación más poderosa de la tierra a un personaje terriblemente loco, violento e ignorante. Pero viendo que el mundo asumía el disparate como un suceso que entraba dentro de los imperfectos parámetros de sus sistemas democráticos, ahora decidieron ir un poco más lejos. Así que nos enviaron una cruel infección vírica que poco a poco fue extendiéndose por nuestros organismos.
Estos inteligentes y al mismo tiempo sádicos extraterrestres, nos observan las 24 horas del día, mientras nosotros, confusos y aturdidos nos debatimos contra el virus, sirviéndole de entretenimiento. En un primer momento, nos escucharon minimizar los efectos del virus, confundiéndolos con una simple gripe y a continuación nos descubrieron terriblemente asustados con las primeras víctimas. Posteriormente contemplaron cómo nos recluíamos durante semanas en nuestras casas y desde hace unos días salir pertrechados con guantes y mascarillas a tomarnos unas copas en cualquier terraza, con el objetivo de intentar reactivar nuestra economía, mientras soñamos con una vacuna que venga a salvarnos, pensando que muy pronto podremos salir del lío, reforzados e imbatibles.
Con todo, los momentos más divertidos para esos espíritus malévolos que nos espían desde algún punto desconocido de la más nebulosa galaxia es cuando han visto a los responsables políticos de ciertos países echarse entre sí la culpa unos a otros de la mala gestión de la crisis y hasta de los fallecidos. “Ya os lo dije -diría uno de los comentaristas de una de las tertulias emitidas a diario con las imágenes más impactantes del reality show- estos terrícolas son tremendamente idiotas”.
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