Callados ante el agravio

Este mensaje es aplicable a cualquiera de los cargos públicos del PSOE de Salamanca que callan ante uno de los agravios más humillantes que ha sufrido esta tierra. Dos años después del inicio de la pandemia, por la estación de Vialia siguen sin salir todos los trenes Alvia con destino a Madrid. Falta uno para completar una oferta pírrica, pero al menos admisible. Hemos escuchado todo tipo de promesas y excusas, pero el tren rápido continua sin recuperarse. En este tiempo muchos salmantinos con empleo en Madrid y que teletrabajan varios días a la semana no han podido regresar a su ciudad para establecerse aquí por culpa de las deficientes comunicaciones con la capital de España. En pleno éxodo de jóvenes y con la despoblación en boca de todos, los que parlotean y exigen medidas contra ella son los primeros que la aceleran.

Esta pasada semana he asistido atónito a la postura de los socialistas salmantinos ante esta tragedia sin parangón. Una quincena de alcaldes de la provincia firmó un manifiesto con la Diputación para defender el regreso de todas las frecuencias. Incomprensiblemente faltaron los primeros ediles socialistas de municipios como Peñaranda, Béjar y Monterrubio. ¿Qué explicación les darán a sus vecinos? ¿Les dirán que prefieren seguir limpiando la mierda que envuelve a Sánchez en lugar de sacar la cara por su gente? Y que no me vengan con que es una estrategia del PP para desgastar y demás cuentos. Igual que El Abadengo salió hace una semana a la calle para defender una sanidad digna aparcando los colores políticos, en la cuestión del tren debería suceder lo mismo. El sectarismo de la izquierda es tal, que prefieren escupir a sus conciudadanos antes que aparecer en una foto con los ‘populares’.

Ya ocurrió en abril cuando 17 instituciones y entidades salmantinas rubricaron otro manifiesto similar. Ningún cargo del PSOE estuvo en la foto. Días después, conscientes del ridículo espantoso que habían hecho, el líder de los socialistas en esta provincia, David Serrada, aseguró que el PP “había dejado fuera al PSOE”. ¿Nos toman por idiotas? No contento con ello, esta pasada semana llegó a afirmar esto sin torcer el gesto: “El tren no es un factor clave para el desarrollo de la provincia. Incluso aceleraría la marcha de población”. Juzguen ustedes mismos.

Después de la más que previsible debacle de los del puño y la rosa en Andalucía van a regresar las tensiones. Los barones alzarán su voz contra el demente de La Moncloa conscientes de que se pueden quedar en la oposición en los comicios municipales de 2023. Los otrora ‘susanistas’ que tragaron con Sánchez aparcando su dignidad volverán a las armas. Será entonces cuando, a lo mejor, algunos despierten y les entre una más que sospechosa vocación de servicio público. Será demasiado tarde. Salamanca ya estará como un erial mientras el autor de semejante tropelía, José Luis Ábalos, seguirá gastándose el pastizal que ganó a costa nuestra en sus múltiples vicios. Eso sí, el ciudadano tendrá memoria.