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Recogen todos los medios de comunicación salmantinos estos días, casi con la misma publicidad y promoción que se le da al cartel de los artistas ... y toreros que vendrán a amenizarnos las próximas Ferias y Fiestas, el detalle pormenorizado del extraordinario plan especial que ha diseñado la Policía Local para hacer desistir a nuestros jóvenes de la celebración de botellones.
Lo que más sorprende de este plan es que no solo se delimite el calendario durante el que se extremará el celo policial (del 7 al 15 de septiembre), o el número de agentes que se desplegarán por la ciudad, sino que muy concretamente se nos especifique el mapa preciso de las distintas calles, plazas, parques y rincones por donde la policía tiene previsto asomar para desbaratar los planes de los fanáticos de este deporte tan sociable de empinar el codo al aire libre en buena compañía.
Es decir, la advertencia de la treintena de puntos calientes por donde la policía andará haciendo acto de presencia: Plaza Mayor, Los Bandos, Libertad, San Román, Tomás Bretón, San Cristóbal, Concilio de Trento, Anaya, Basilios, Corralillo Santo Tomás, Luis de Góngora, San Juan Bautista, Julián Sánchez “El Charro”, La Merced, Patio Chico, Cuesta de Carbajal, trasera de La Facultad de Ciencias, puente romano, paseo fluvial, parque de Colón, Campo San Francisco, plazas del Mercado y del Ángel, calle Varillas, San Justo, Salesas, Mercado de San Juan, Vaguada de la Palma, Palacio de Congresos y parque de Los Jesuitas. A estas alturas la verdad es que cualquier vicio etílico me pilla mayor y con demasiadas prescripciones en mi historial médico, pero lo que es evidente es que si yo no fuera idiota, supiera leer y perteneciese a cualquiera de las comitivas que a estas horas estarán decidiendo el lugar donde tendrá lugar alguno de los muchos botellones que a buen seguro tendrán lugar durante estas próximas Ferias y Fiestas de Salamanca, ya tendría claro los puntos concretos de la ciudad donde sería estúpido quedar con la peña para homenajear al sereno al Dios Baco.
Claro, también pudiera ser que policía y autoridades locales fueran de farol queriendo sugerir a estos jóvenes otros lugares alternativos en los que poder mamarse sin miedo a multas e interrupciones. En fin, seguiré investigando este curioso y enigmático asunto.
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